tag:blogger.com,1999:blog-32311257480718851092024-02-19T21:13:37.461-08:00ALBERTO VALERO : DIARIOS DE LA IMPLOSIÓNNotas sobre teoría crítica y antropología. Interés especial en la obra de Jean Baudrillard. Relatos.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-35522839318349000252013-04-03T01:46:00.002-07:002013-04-11T23:59:59.549-07:00LA CRISIS, LA DOMINACIÓN Y LAS FORMAS DE RESISTENCIA (*)<div style="text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM7pICW_EOC9C91j0Uw2bZog8-CukqohdNz7_hwRHluFHv2W5GzR7BhbzLBrJ2dGlW05FDIXkqTDwesXxfzhoW2WSpuuypz6p9JEI2IRd34SpyQqKRd60_l5FctbyZr7lcB9wvx6alLuk/s1600/Animals-+Sheep.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM7pICW_EOC9C91j0Uw2bZog8-CukqohdNz7_hwRHluFHv2W5GzR7BhbzLBrJ2dGlW05FDIXkqTDwesXxfzhoW2WSpuuypz6p9JEI2IRd34SpyQqKRd60_l5FctbyZr7lcB9wvx6alLuk/s1600/Animals-+Sheep.png" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=pTT-zp2ohttp://www.youtube.com/watch?v=pTT-zp2oLK4"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=pTT-zp2oLK4">http://www.youtube.com/watch?v=pTT-zp2oLK4</a></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Todo grupo debe saber crear vínculo entre sus
miembros. A lo largo de la historia podemos constatar la existencia de dos
grandes formas de lidiar con esta cuestión: lo simbólico y lo social. El
primero lo hace a través de la desacumulación de valor actualizada en la
ambivalencia de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">obligación</i> propia
del don y contradon y el dispositivo implosivo del ritual; el segundo a través
de la maximización de valor realizada en la equivalencia abstracta de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">relación</i> mediada por signos, objetos e
instancias y el dispositivo explosivo de la producción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Lo simbólico sería, parafraseando a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La sociedad contra el Estado</i> de Pierre
Clastres, la “sociedad” contra lo Social mismo. Se trataría de una “comunidad
profunda” que se expresaría a nivel de sus miembros en la soberanía que
despliega la paridad del desafío, la dualidad, la ambivalencia, todas ellas
formas del habla plena colectiva, de un aura soberana del gesto y habla
individuales ni conceptual ni prácticamente escindidas del grupo. Paradoja –así
se nos muestra a nosotros hoy- de una forma de vida en la que la separación
“hombre-sociedad” no existiría, en plena ausencia o elipsis de uno y otra. Esa
“tribalidad” supone un grado de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">intimidad</i>
que cuando es amenazada se reivindica, más allá de todo discurso racional,
moral o legal como lo que llamaríamos una “exigencia clastresiana de grupo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Lo Social se constituyó enraizándose en las formas
simbólicas de vida, reduciéndolas a sus propiedades formales y reprimiéndolas o
excluyéndolas. Su aparición ha tenido lugar después de un largo proceso
histórico que ha preparado su advenimiento: en el pasado la división del grupo ha
instituido un poder de vida y muerte escindido de la jurisdicción del primero,
pero este corte no ha cambiado la forma de crear comunidad; la cesura ha
seguido articulándose abiertamente durante milenios a través del juego de lo
simbólico y del ritual, por el que la jerarquía (no confundirla directamente
con el poder) se expresa en la para nosotros paradójica (ambivalente) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">irreconciliabilidad cómplice</i> entre las
diferentes especies de hombres: el juego del poder del Soberano contra los
segmentos, los linajes o los estamentos y viceversa mantiene una forma de
rescate de lo simbólico mediante la reversibilidad que permite el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">englobamiento del contrario</i> (ver Louis
Dumont). En contextos límite la rebelión, la utopía y las religiones soteriológicas
han reivindicado la comunidad simbólica estrangulada por el poder (ver Norman
Cohn, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En pos del milenio</i>). Con el
impulso del capital y las transformaciones de lo religioso el antiguo orden de
dominación va a dar lugar, a partir de la “época clásica”, a la invención de lo
Social: si en el pasado la sociedad es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dada</i>
(por los ancestros o los dioses) asistimos ahora a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">producción de sociedad</i> con la implantación de relaciones sociales
de producción; la jerarquía queda absorbida en la cadena de mando del poder; se
inventa la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">realidad</i>, el espacio y tiempo
en el que se despliegan las nuevas instituciones políticas y económicas; la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">obligación</i> simbólica es sustituida por
el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">contrato</i> (entre productores libres
e iguales que ceden parte de una soberanía –definida por el Derecho- al Estado);
aparición del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">biopoder</i> y sus dispositivos
productores de una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vida desnuda</i>
(Agamben) de toda soberanía simbólica que precisa de instituciones de
asistencia, educación, información o entretenimiento como otros tantos modos de
manipulación de un sujeto separado, recortado de la comunidad de intercambio
simbólico. Y si las formas de poder previas a la aparición del capital se han
mostrado retrospectivamente bastante vulnerables a la exigencia simbólica de grupo,
como muestran las revueltas o las utopías ahogadas en sangre, el capital se
revela como el más eficaz dispositivo de neutralización de lo simbólico jamás
creado: lo Social está ahí para destruir y expulsar a lo Simbólico; junto con el
capital precisan destruir a toda costa toda singularidad que no pueda ser
asimilada por la abstracción del valor cuantitativo o semiótico y su
maximización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">De lo dicho se deduce que la baza de la dominación
de lo Social se juega –como en todos los ámbitos- en el nivel fundamental de lo
simbólico: toda forma de dominación es una apuesta simbólica a vida o muerte
entre el grupo y la instancia del poder, y el objetivo de este último es
neutralizar el antagonismo abierto que por definición implica la dualidad del
habla plena y su exigencia de comunidad soberana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La lógica de maximalización sin restricción alguna
del valor debe excluir toda posibilidad de pérdida, desacumulación y
restricción, formas propias del orden simbólico, cuyo límite residía en la
actualización de la figura de la muerte que implicaba su ambivalencia con la
vida y no la irreversibilidad e intercambio de ésta contra algo que no sea la
abstracción contable o acumulativa del valor. De esa exclusión de la muerte
(monopolizada por el Amo) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">surgen el
Sujeto y el Objeto modernos</i>. Ambos aparecen como tales, separados,
identificados, instanciados, materializados, porque se constituyen como
positividades destinadas a la permanencia a toda costa: amortización diferida
en el transcurrir del tiempo lineal del trato con los semejantes y con las
cosas, codificado de acuerdo con la ley contable de la proliferación
irreversible del valor. Somos sujetos porque ya no somos dueños de nuestra
muerte, y comerciamos con objetos porque ya no los consagramos al intercambio
simbólico, al consumo ritual o festivo del grupo. Todo esto es el marco de una
nueva antropología, de una nueva filosofía, de una nueva ciencia, pero también
de una nueva forma de dominación. Y si la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">forma-mercancía</i>
(Marx) y la posterior <i style="mso-bidi-font-style: normal;">forma-signo</i>
(Baudrillard) son las abstracciones a través de las que se opera la realización
del valor, sujeto y objeto son las cajas negras de las que el poder se ha
servido para ejercer su dominio en el trabajo productivo y el servicio, la
educación, la medicina y el resto de instancias en las que la vida queda
dividida. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Así, mientras que la forma mercancía ha sido
absorbida por la forma signo, el poder se ha servido del sujeto y el objeto de
forma ininterrumpida desde hace dos siglos, ejerciendo a través de ellas dos
tácticas de dominación que se corresponden con las primeras: se trata de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">objetivizar</i> o bien <i style="mso-bidi-font-style: normal;">subjetivizar</i> a los dominados. Cada</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">una de ellas
tiene un mayor peso en la estrategia del sistema según la fase de movimiento
del capital. Y puede decirse que las resistencias de los dominados, en tanto
que investidos por ambas categorías (pero también la naturaleza, lo viviente y
lo inorgánico, como veremos) se han configurado de la misma forma: oposición en
tanto que sujetos u despliegan las estrategias de dominación y resistencia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">desde dentro</i> del sistema. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La fase de dominación por el modo de
producción precisaba de la objetivación de los dominados como simple fuerza de
trabajo, por lo que las tácticas de resistencia subjetiva eran las que
plantaban cara al sistema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">a su mismo
nivel</i>, exigiendo su reconocimiento como sujetos alienados por las múltiples
formas de objetivación; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la toma de
conciencia y de palabra</i> era por tanto la auténtica amenaza para el sistema.
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pero el capitalismo
industrial se enfrentaba al problema de la caída tendencial de la tasa de
ganancia y al peligro revolucionario organizado en torno a la reivindicación de
un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sujeto de la Historia</i>. La crisis
de 1929 fue el detonante del surgimiento de un nuevo modelo. Al objeto de
relanzar el movimiento del capital y conjurar la amenaza de revolución se llegó
a la solución consistente en conceder a las masas un pequeño aumento del nivel
de vida, más allá de aquel basado en la pura reproducción física de la fuerza
de trabajo. En esta nueva configuración consolidada tras la Segunda Guerra
Mundial, el sistema ha precisado de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tácticas
de subjetivación</i> propias de una organización descentralizada, no panóptica,
de una forma de integración que fuera más allá de la inclusión de los individuos
como meros productores para transformarlos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">productores-consumidores</i> de objetos y signos destinados a su
amortización privada. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En esta fase de dominación por el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">modo de semiotización</i> las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">resistencias
como objeto</i> han sido las peligrosas para el sistema: pues éste necesita de
la subjetivación de los dominados para hacerlos participar. Más allá de las
políticas de identidad subjetiva (de la unívoca a la polimorfa, la performativa
o la nómada, o de las tendencias que pretenden otorgar a la naturaleza derechos
inalienables en tanto que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sujeto jurídico</i>),
el horizonte de objeto que aparece a través de la indiferencia, la
desafectación, la anomia, la acedia, el accidente, la catástrofe natural o los
estallidos de violencia en las revueltas sin finalidad (de la que el terrorismo
es una variante en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">su forma de irrupción
objetiva, bruta e inmediata</i> -independientemente de las ideas o contenidos
que mueven a sus actores-) constituye una respuesta mucho más dañina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La actual crisis marca el final de este segundo
modelo. Una vez más, con sus propias variantes, se trata en última instancia de
una crisis de superproducción: productividad tecnológica brutal que precisaría
de una demanda voraz e insaciable. Como el capital no ha querido elevar más el
nivel de vida puesto que considera que ello podría amenazar el volumen de
beneficio y la dominación, se decide desplegar la deuda como forma de reactivar
de nuevo el consumo. Pero ésta, desbocada, se vuelve ruinosa: esta vez la caída
tendencial corresponde a la tasa de confianza y solvencia del dispositivo
conforme la cadena de intercambios crece en extensión; la cascada de impagos lleva
a la bancarrota al sistema, por lo que el problema inicial sigue intacto: la
imposibilidad de consumir todo lo que la capacidad productiva puede generar. La situación es mucho más grave cuando tenemos en cuenta </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">la <em>desvinculación entre el aumento de la productividad y la necesidad del
pleno empleo</em>, fenómeno que tiene lugar a mediados de los ochenta. El balance entre la utilización del trabajo vivo y el trabajo
muerto se inclina definitivamente en favor de éste: el sistema ya no precisará
del primero salvo de forma marginal; como señala Baudrillard, desde los años 70
el trabajo vivo ha tomado cada vez más el carácter de mera forma ritualizada de
servidumbre, tanto en el trabajo “productivo” como en el sector “improductivo”
de los “servicios” (pero hace años que éstos están siendo igualmente
colonizados por el trabajo muerto: hoteles sin personal, robotización de las
tareas, monitorización informatizada…). Por lo tanto e</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">l principio de productividad que se expresa en el
espectacular desarrollo tecnológico e informacional actual va a hacer imposible
integrar a la mayoría de los sintrabajo en las estructuras productivas y de servicios. Y ello abre la puerta a la mayor amenaza para el sistema hasta el momento: <em>el dispositivo del consumo, en el que descansaba la generación de capital, va a verse cada vez más limitado a medida que las masas vean sensiblemente mermada su capacidad de consumo o sean directamente excluidas del modelo. </em>Por otro lado, al menos transitoriamente, las fuentes de energía ofrecen un
panorama de explotación limitada: desaparecerán a corto o medio plazo. Esta
situación es cierta mientras no aparezcan nuevas fuentes o no se logre a una
escala todavía desconocida la “síntesis” de las mismas. Mientras tanto los
procesos de subjetivación continúan, aunque el objetivo ha cambiado: la
situación actual es la mejor coartada para implicar a los individuos en la
gestión de lo social que agoniza, pero a diferencia del escenario inmediatamente
anterior en la que la integración activa interesaba fundamentalmente porque el
trabajo de la mayoría aún era necesario, hoy se trata de que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">todos participen para estar ocupados –no
para producir, sino para permanecer disuadidos</i>: es el caso de los servicios
a la comunidad, los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">minijobs</i>, la
solicitación mediática en la industria del entretenimiento, las redes sociales…).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Si en el modo de producción la dominación por el
objeto no pudo ir hasta el límite puesto que ello representaba el estancamiento
y caída del sistema de maximización del capital, la actual crisis muestra que
el semiocapitalismo tampoco ha podido aplicar las tácticas de subjetivación con
todas sus consecuencias: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">double bind</i>”
congénito entre la necesidad de ir más allá, en generar una implicación
subjetiva de las masas, la toma de decisiones a un nivel que vaya más allá de
lo estrictamente relacionado con lo instrumental y lo económico, y el encierro
de los dominados dentro de unos límites que los mantengan como tales; para
evitar destruirse, el sistema ha tenido que encerrar a los dominados en un
techo de hierro, hoy de cristal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En ambas tácticas de dominación la fuerza de la
socialidad como vínculo alternativo a lo simbólico es insuficiente para generar
una comunidad que nunca puede surgir de una racionalidad instrumental que opera
exclusivamente en aras de la acumulación de valor; si el capitalismo ha
pervivido intentando desplegarla en todos los niveles de la vida, ha sido al
precio de destruir todo tipo de “racionalidad” heterogénea: la “acción
comunicativa” (Habermas) que es la raíz del “mundo de la vida”, jamás ha tenido
una verdadera oportunidad de hacer aparición, de intervenir. Y esta última
crisis tal vez ha destruido definitivamente cualquier posibilidad, si es que
aún existía alguna. El desarrollo del capitalismo muestra que en última
instancia es lo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">instrumental</i> lo que le
importa, independientemente de su “racionalidad” o “irracionalidad”: en efecto el
principio de maximización del valor enseguida se impuso sobre cualquier consideración
“ascética” del consumo que la limitaba, por lo que casi inmediatamente se
incorporó la gestión de los “impulsos”, de lo irracional, a la mercadotecnia –pero
es que ya la misma ética protestante surgió del desencantamiento del
irracionalismo de lo religioso (Weber). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En el momento en el que parece que el
capitalismo debe transformarse radicalmente para seguir siendo el mismo el sistema continúa sin poseer los medios para
implicarnos en la gestión de lo que ahora parece ser un enfermo en fase terminal. </span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La cuestión de una economía política de lo subjetivo y lo objetivo
ha pasado a ser un mero subsistema del sistema global; en el filo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en el vértice en el que su inercia se
despliega transformándolo ya no intervienen ni sujeto ni objeto</i>. La solución
ya está materializándose: a la vez que un nuevo nivel subsume el actual atasco
económico y representativo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">subordina
sujeto y objeto al imperio de las redes y la señalética operacional
metaproductiva y metarrepresentacional</i> (1). </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esto permite
pensar la posibilidad de contemplar la economía política como una simple <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fase transitoria</i> en la que el trabajo
vivo y lo viviente es el instrumento temporal de lo realmente importante a
largo plazo: la acumulación de lo objetivado, del trabajo muerto, de lo muerto
en general sobre el trabajo vivo y lo viviente </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">(la producción había sido la fase previa en el
movimiento inexorable de multiplicación serial de las formas singulares de lo
inorgánico mediante el recorte de su contexto inmediato de existencia para ser
transformadas y reproducidas; hoy la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">simulación</i>
pone el énfasis en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reproducción</i>: supone
la transformación del dispositivo de la producción y su aplicación tanto a lo
orgánico como lo inorgánico mediante nuevos procesos basados en la
reducción-traducción a un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">código
generador de modelos</i> que permite su creación y multiplicación a voluntad
como ejemplares modulados por una declinación infinita –no serial- de
diferencias).</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Lo que está dejando todo esto atrás es la nueva
forma de “lazo social” (pero que ya no es tal) que el sistema instaura: la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">conexión</i>, que elimina de su proceso el
espacio, el tiempo y toda forma de representación y producción clásica.
Entonces ¿el sistema sigue precisando de la producción de “relaciones sociales”
o estamos en otra cosa? ¿Se tratará aún de "capitalismo"? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La generación de
capital basada en la invención y manipulación de materia-energía ha sido
abandonada hace tiempo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en el nivel
estratégico</i> en favor de los dispositivos de información y conocimiento. Su
poder para forzar a la integración y sistematización eficiente de lo social, de
la infraestructura y la superestructura es incomparablemente más grande que la
basada en las relaciones de producción que hicieron posible la existencia del
modo de producción, que se basaba fundamentalmente en la industria. La
información y la codificación, el cifrado, se han convertido en la
“infraestructura” actual (esto último no es más que una forma de hablar; como
dice Baudrillard, al capital las distinciones entre “infra” o “superestructura”
le importan un bledo, él arrastra todo en su propio movimiento); es la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">forma signo</i> sistematizada en el código
lo que sustituye en el corazón del sistema a la forma mercancía y la economía
política. El código permite la manipulación total puesto que el dominio de la
forma y sus reglas de combinación son las que generan los contenidos, la
materia-energía que son sus efectos. Opera a través de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">modelos y normas</i>, no leyes, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que
determinan de antemano todas las variables de aparición del objeto (y del sujeto)</i>.
El código tiene la virtud de no aparecer, de no ser visible, puesto que sus
efectos aparecen en lo inmediato como la “objetividad” o contenidos que
sustancian las diferentes “representaciones”. Surge de una extensión de la ley
del valor a los dominios “superestructurales” -en particular el lenguaje, un
sistema autocorrector, metaestable y mucho menos impredecible que lo económico
y sus contradicciones “reales”-: no hay “contradicciones” en el nivel del
código, simplemente no aparecen como tales en tanto que están integradas; su
control sincrónico e informacional es mucho menos imperfecto que la causalidad
diacrónica, lineal y energética del nivel anterior. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En el nuevo entramado que está desplegando sus
nuevas propiedades, toda vez que somete a reticulación el antiguo mundo, somos
simplemente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">terminales</i>, neuronas,
puntos operacionales emisores y receptores<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de señales o en el mejor de los casos “mensajes”. En el análisis de esta
nueva situación tal vez la hipótesis es que ni objeto ni sujeto sean pues
categorías válidas aplicables a lo social, lo político, lo económico, ya que el
paso al código subordina bajo su comando a todos ellos, que privados de su
sustancia dejan de tener el peso específico de la fase anterior. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ciertamente en la vida “social” esta crisis se está
produciendo, con todas sus consecuencias. Puede que con la acentuación de la
polarización social surgida del colapso del sistema las demandas de socialidad
y consumo subjetivistas, el “consumid-participad-sois-los-protagonistas”,
recorten su alcance de penetración en las distintas esferas de la vida en favor
de la reaparición de formas objetivantes de represión para la mayoría (aunque
no va a cesar la promoción del “protagonismo” del espectador en los media y las
redes como aparato de disuasión; es curiosa, al respecto, la aparición de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Facebook</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Twitter</i> justo antes del desencadenamiento de la crisis), toda vez
que se sigan manteniendo a todos los niveles para las élites. Por tanto es
probable que resurjan con más fuerza las “resistencias subjetivas”, el
“¡indignaos!”. Pero con respecto a la radicalidad de los cambios que éstas
puedan impulsar, también podría ocurrir que todo esté siendo vivido e
interpretado a la luz del antiguo sistema que, superado por una nueva
organización, pase a no ser más que mera ideología o falsa conciencia de una
situación que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ya no corresponde a los
esquemas de la economía política</i>. En su instauración lo Social colonizó y
transformó el intercambio simbólico a través de la fase del modo de producción,
mero periodo transitorio en el despliegue definitivo del código (la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ley Estructural del Valor</i> enunciada por
Baudrillard en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El intercambio simbólico y
la muerte</i>); la producción y sus formas de socialidad han sido desplazadas
de su otrora centralidad estratégica: o bien han sido transformadas por la
simulación o bien permanecerán como residuos a eliminar, si acaso sostenidos
por el sistema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">como simples dispositivos
de adscripción</i> de los individuos a un orden del trabajo ya muerto; éstos se
mantendrán en funcionamiento mientras se considere que el coste de sus pérdidas
queda compensado con los réditos obtenidos en términos de control social. Si el
antiguo orden natural del mundo, el naturalismo como ontología fueron convertidos
en ideología de lo Social, del nuevo orden de la economía política (la Ley
Natural), ésta se convierte hoy en el nuevo discurso ideológico, palabra antigua
insertada en la lengua del orden que la sucede y la subsume. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En
efecto, una opinión bastante extendida es que esta crisis –una crisis de
producción y representación-, que evidentemente tiene que ver mucho con los
capitales flotantes, la deuda y el hundimiento de lo “especulativo” nos llevará
de nuevo a contenidos “reales” productivo-representacionales: sin embargo
podemos argumentar que las “burbujas especulativas” son ya <i style="mso-bidi-font-style: normal;">efecto de la operación del código</i>, aunque todavía “malinterpretada”
involuntariamente por los agentes que sin saberlo se encargan de su despliegue:
el “desinflado” de las mismas no supone vuelta alguna a lo que “realmente
importa”, a la economía como Dios manda. La virtualización de la economía no es
una burbuja o un conjunto de las mismas; este discurso da la impresión de que
hablamos de “islas” –por grandes que sean- de virtualidad que tarde o temprano
estallarán desapareciendo. De lo que más bien se trata es de una transformación
mucho más profunda: no deberíamos pues hablar de la aparición y desinflado de
burbujas, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sino del surgimiento de una
inmensa “nube”</i>: la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">infoesfera</i> que
está desplegándose como un nuevo sistema; y los terremotos a los que asistimos
son las convulsiones del parto, de la adaptación de todo al nuevo comando. El
problema de las “burbujas” ha sido doble: por un lado los instrumentos del código,
el cifrado y las redes han seguido utilizándose mirando por el retrovisor de la
economía política; el nuevo marco ha sido manipulado torticeramente por los
gestores económicos, que no han visto más que un escenario en el que hacer “trampas” en lo "real" -subprimes, preferentes- mediante la manipulación de lo "virtual". Por otro las nuevas posibilidades ofrecidas por los
instrumentos de abstracción, automatización y cálculo informatizado de los intercambios
entran aún en muchas ocasiones en conflicto con la “economía real”. Pero no por mucho
tiempo: ¿alguien duda por ejemplo que los mercados de futuros, derivados, etc.,
en sí mismos una “burbuja” de dimensiones colosales, vayan a seguir existiendo?
Lo que verdaderamente está ocurriendo es la limpieza de las viejas actitudes y
métodos en favor de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">infoeconomía</i> y
la succión de la sustancia “real” de lo económico “tradicional” que aún
permanece aquí y allí. Unos -los políticos y economistas- creen estar tratando
de salvar la economía; otros -los que quieren construir alternativas- creen
enfrentarse todavía a un modo de producción. En realidad lo que todos hacen es,
simplemente, gestionar la implosión de un sistema moribundo: es como si aquí y allá
aparecieran grietas, agujeros como los del desagüe del baño que absorben todo
en su movimiento centrípeto: los famosos “agujeros negros estelares” tan caros
a Baudrillard; éstos actúan como embudos por los que lo real político, lo real
económico –en sustancia ya simulación- entran en una nueva espiral de
amplificación de los efectos de la ley estructural del valor por la que ya han pasado
los media, la cultura, las relaciones, la tecnociencia, los signos, el
lenguaje, el sexo: diferencia, conexión, disuasión, cifrado o codificación
numérico-genética de todo, teleonomía, cibernética, etc. Y una vez más
insistimos con el pensador de Reims que el vocabulario que se utiliza es
caduco; lo económico y lo político actúan hoy como la religión que, aunque
desplazada, impregnaba los nuevos campos estratégicos de lo económico y
político en el s. XIX. Actualmente la sintaxis que maneja todo es la del código,
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">y tal vez las “burbujas” de las que tanto
se habla son más bien las de la economía, la política, la producción, la
representación que aún permanecen</i>. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La trampa de la economía política ha
consistido en situarse como árbol que impide contemplar el bosque. Ha sabido
ocultar su identidad de campo parcial y se ha hipostasiado como la matriz de
todas las prácticas y significaciones. Mientras tanto el código, al igual </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">disuelve mediante la simulación la oposición entre
lo vivo y lo no vivo, provoca también en lo Social <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la licuefacción de la oposición hombre-mujer, derecha-izquierda en la
política o sujeto-objeto en el saber y las formas de dominación y resistencia;
todas ellas pasan a ser manejadas como términos integrados por la nueva organización
del sistema</i>. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">a la luz de todo esto, para los que
desde posiciones críticas pretenden instaurar un orden radicalmente nuevo, ¿qué
significa entonces “indignarse”? ¿Qué significa entonces “democracia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">real</i>”?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">No hay que
engañarse: al sistema no le va a costar mucho cambiar lo necesario mientras
queden a salvo la maximización del valor -pero podríamos lanzar la hipótesis de que <em>en última instancia podría prescindir de ella</em>- y la exclusión de lo simbólico -aspecto al que no puede renunciar bajo ningún concepto en tanto que <em>modo de dominación</em> que puede adoptar una multiplicidad de formas distintas, entre ellas la de "modo de producción"-. El código integra las crisis y las resistencias como fenómenos
propios de una dinámica de generación de valor que oscila entre la penuria y la
abundancia, lo que permite introducir la previsión y el establecimiento de
medidas de atenuación y corrección de los efectos no deseados; todo esto supone
la domesticación las anteriores crisis “salvajes” y sus consecuencias: p</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">uesto que
pasamos a la inclusión de todo mediante su sistematización
diferencial, las resistencias subjetivas y objetivas también habrían sido
integradas en su estructura, por lo que habrían perdido su potencial de
disrupción "real". Ambas pasarían a ser controladas como variables dispuestas en
polaridades, formando una estructura en la que la alternancia de un término u
otro no cambiaría nada. Y si las “ciencias humanas” han sido las armas que el
sistema ha utilizado para neutralizar el potencial subversivo de las
resistencias subjetivas, actualmente los análisis de los modelos de la
autoorganización, la emergencia, el caos, lo aleatorio, la incertidumbre, la
neurociencia, la genética o lo cuántico supondrían la intención de integrar la
objetividad refractaria, con todo lo que implica de domesticación y
neutralización de su singularidad y fuerza de ruptura. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En definitiva nos hallamos ante una
situación que supera en un solo movimiento ambas tácticas de resistencia en el
nivel estratégico del sistema. Desde siempre ambas han actuado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">desde dentro</i>, y nunca han supuesto su
más allá. No hay nada malo en ello: las dos tácticas han jugado sus bazas
barriendo hasta los límites todo el campo definido por la clausura del sistema
buscando nuevas fuentes de energía explosiva e implosiva, y han impulsado
importantes cambios <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en su interior</i>,
actuando siempre en sus mismos términos. Pero podría ser que ese universo del
discurso estuviera hoy agotado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Es en este escenario donde el
intercambio simbólico aparecería, como Baudrillard dejó escrito, como “tipo
lógico” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">más</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">elevado</i>, como resolución del código, como la ambivalencia o
dualidad que somete toda singularidad a la regla de la corresponsabilidad del
grupo sin alienar su soberanía, y que hasta ahora ha tenido su mejor expresión
social en los mundos de los Salvajes. En la dualidad que despliega, en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">agon</i> de su habla plena heterogénea a la
racionalización tecnoescritural, en la presencia del gesto y el habla y su
diálogo con los existentes que pueblan el mundo, tanto humanos como no humanos,
en su irreductible exigencia simbólica de que nada pueda instanciarse por
encima de la jurisdicción del grupo, no se arredra en reconocer a los
detentadores del poder su autoproclamación como casta que impone a todos los
niveles la gran división entre una especie soberana y una especie indigna, una
inmensa masa de bestias (aunque ésta constituya una “multiplicidad”) que debe
ser sojuzgada y excluida: “</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo sostengo la hipótesis de que no
ha habido jamás verdadera lucha de clases más que sobre la base de esta
discriminación: la lucha de los infrahombres contra su estatuto de bestias,
contra la abyección de ese corte de casta” (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
intercambio simbólico y la muerte</i>, pág. 39)</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Sólo queda lo simbólico: en su
desafío <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mortal</i> a la casta dueña de
todos los nombres y definiciones, del sentido, de la vida y la muerte, en su
rechazo al sujeto, al objeto, en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blackout</i>
que plantea a la conexionalidad del código podemos escuchar el rumor del caudal
de una forma de vida aún no agostada, nivel fundamental que, aunque excluido,
barrado, reprimido, reducido, transaparece a pesar de todo en el corazón de
nuestros sistemas hipermodernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">NOTAS:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">(*) Todo lo que se tratará en las siguientes líneas
se basa en las ideas de Baudrillard expresadas a lo largo de su obra, en
particular en los análisis de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El espejo
de la producción</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El intercambio
simbólico y la muerte</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Simulacres et
simulations</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">A la sombra de las
mayorías silenciosas</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El fin de lo
social</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">(1) </span><a href="http://elpais.com/diario/2010/01/28/ciberpais/1264649066_850215.html"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: blue;">http://elpais.com/diario/2010/01/28/ciberpais/1264649066_850215.html</span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El artículo que se muestra contiene varias de las
características de la organización por el código: desaparición de la oposición
sujeto-objeto: por un lado las máquinas inteligentes dialogarán entre ellas
como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sujetos</i> (“Internet de las
cosas”); por otro los sujetos son reconfigurados como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">objetos</i> en tanto que terminales conectadas a las redes a tiempo
completo; anticipación del accidente funcional y del crimen mediante el control
por conexión; robotización de todas las tareas. Todo debe ser conectivo y debe
estar conectado en tiempo real: como bien se dice en el texto “l</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">a
clave está en unir la infraestructura física a la tecnológica para obtener
información en tiempo real y actuar sobre ella, anticiparse”. La dominación y
la maximización del valor prosiguen su camino mediante el control informacional
y la operacionalidad de la cifra pura, el signo puro “liberado” del valor de
uso y del sentido. En definitiva la vida y la ciudad abandonan la oposición
entre espacio y tiempo para pasar a un nuevo nivel en el que pasan a poseer la
inmaterialidad de la información pura, ubicua, utópica, ucrónica. Y la futura
expansión del modelo implicará la redefinición de buena parte del globo en
tanto que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">continuum simulacional</i>.
Mapa y territorio, como en el relato de Borges, implosionarán en la
transparencia e instantaneidad de las redes. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-69663387105263111422012-12-13T00:03:00.000-08:002012-12-13T01:48:17.434-08:00FELIZ NAVIDAD<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><o:p><span style="font-size: small;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">Queridos
y anónimos lectores que ocasionalmente acceden a estas páginas: en primer lugar
quisiera agradecerles su buena voluntad y condescendencia. Aunque las visitas
no son muchas, me maravillo cuando veo que proceden de todas partes del mundo.
Echo de menos algún comentario, pero entiendo que a ustedes les importe un
bledo. Aprovecho para felicitarles las fiestas navideñas y
desearles una buena entrada en el nuevo año; que el Destino nos tenga
preparadas buenas nuevas… </span></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"></span></o:p></span></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"></span></o:p></span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">Gracias de nuevo a todos (d</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">urante
estos días de paz y felicidad no olviden abusar un poco de alguna sustancia
embriagante, estupefaciente o alucinógena. Es bueno de vez en cuando. A veces. O siempre). </span></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">Este
post es un pequeño homenaje a Jean Baudrillard. De hecho, como ustedes saben,
todo el blog lo es. Hoy el texto lo pondrá directamente él. Transcribo aquí
unas líneas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El intercambio simbólico y
la muerte</i>, en las que de una forma tan bellísima como demoledora destruye
la empresa que occidente emprendió desde que inventó un nuevo mundo y lo
invistió mediante la disociación de la vida y la muerte, el Hombre y la
Naturaleza, el Sujeto y el objeto, lo salvaje y lo civilizado, la teoría y la
práctica… un mundo al que proclamó como el verdadero, el real, el único
posible. Aunque Baudrillard utiliza los ejemplos concretos de la lingüística,
el marxismo y el psicoanálisis (estos últimos, con todas sus variantes estructuralistas,
esquizo, etc. poseían una enorme influencia cuando escribió estas líneas) todo
lo que dice de ellos vale en todo momento para el resto de ciencias, saberes, poderes,
el conjunto de la praxis y las prácticas: sus palabras nos recuerdan que lo
simbólico siempre acecha en el frío corazón de nuestros sistemas; su habla
plena siempre resuena en nosotros mismos y nuestras vidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><strong>Jean
Baudrillard, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El intercambio simbólico y
la muerte</i></strong> (págs. 250-252 de la horrible edición en español de Monte Ávila):<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">O.
Mannoni lo dice muy bien en “La elipse y la barra” en <i>Clefs </i>pour <i>l'imaginaire,
</i>p. 35: “La lingüística nace de la barra que instaura entre significante y
significado, y parece que corre el peligro de morir de su reunión, la cual nos
remite precisamente <i>a las conversaciones corrientes de la vida</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">”<i>. </i></span>Es esa barra saussuriana la
que ha permitido renovar por completo la teoría lingüística. Igualmente,
mediante el concepto de una infraestructura material opuesta a la “superestructura”,
el marxismo ha fundado algo así </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">como
un análisis “objetivo” y revolucionario de la sociedad. El corte funda la
ciencia. Es asimismo de la distinción entre teoría y práctica que nace una “ciencia”,
una racionalidad de la práctica: la organización. Toda ciencia, toda
racionalidad, dura lo que dura ese corte. La dialéctica no hace sino adaptarlo
formalmente, no lo elimina jamás. Dialectizar la infra y la superestructura, la
teoría y la práctica, o bien el significante y el significado, la lengua y el
habla: vano esfuerzo de totalización. La ciencia vive de ese corte, y muere con
él. Es por esto que la práctica corriente no científica, tanto lingüística </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">como
social, es en cierto modo revolucionaria, <i>porque no hace esta clase de
distinciones. </i>Al igual que <i>nunca ha hecho la distinción del alma y el cuerpo,
</i>mientras que toda la filosofía y la religión dominantes no vivían sino de
esa distinción, tampoco ahora la práctica social, inmediata, “salvaje”, la
nuestra, la de todos, hace distinción de la teoría y la práctica, de la infra y
de la superestructura; es de por sí, impremeditadamente, transversal, más allá
de la racionalidad, burguesa o marxista. La teoría, la “buena” teoría marxista,
no analiza nunca esta práctica social <i>real, </i>analiza el objeto que ella
se atribuye por disociación de esta práctica en una infra y una
superestructura, o bien analiza el campo social que se atribuye a través de la
disociación entre teoría y práctica. Nunca se integrará a esta “práctica”,
porque aquella no existe sino de haberla viviseccionado. Afortunadamente esta
práctica sí comienza <span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">a<b><i> </i></b></span>integrarse en ella y a sobrepasarla. Pero
entonces, se acabó el materialismo dialéctico e histórico. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">De
igual modo, la práctica lingüística inmediata, cotidiana, la de la palabra y
del “sujeto hablante”, no tiene en cuenta la distinción entre el signo y el
mundo (ni la del significante y el significado, ni lo arbitrario del signo,
etc.). Benveniste lo dice y lo reconoce, pero a título informativo, puesto que
es el estadio que la ciencia precisamente supera y deja atrás: sólo le interesa
el sujeto lingüístico, el sujeto de la lengua, que es al mismo tiempo el sujeto
del saber: él, Benveniste. En alguna parte, sin embargo, es el otro quien tiene
razón, el que habla más acá de la distinción del signo y del mundo, en plena
“superstición”; es cierto que en lo esencial, sabe más, y con él cada uno de
nosotros, y el propio Benveniste sabe más de ello que el lingüista Benveniste.
Porque la metodología de la separación del significante y del significado no
vale más que la metodología de la separación del alma y el cuerpo. Es el mismo imaginario
aquí y allá. En un caso, el psicoanálisis (1) lo ha mostrado, en el otro, lo poético
también lo muestra. Pero en el fondo no ha habido nunca necesidad del psicoanálisis
ni de lo poético: nadie lo creyó nunca, fuera de los propios sabios y los lingüistas,
como nadie creyó jamás en la determinación en última instancia por lo
económico, fuera de los cientifistas de la economía y sus críticos marxistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;"></span></span></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Virtualmente,
pero literalmente hablando, <i>no ha habido nunca sujeto lingüístico, </i>no es
ni siquiera cierto de nosotros los que hablamos cuando no hacemos otra cosa que
reflejar pura y simplemente ese código de la lingüística. Igualmente, no ha
habido jamás <i>sujeto económico, homo economicus: </i>esa ficción no ha sido
nunca inscrita en ninguna parte, sino en un código. Igualmente no ha habido
nunca <i>sujeto de la conciencia, </i>y por lo mismo, tampoco <i>sujeto del inconsciente.
</i>En la práctica más simple, siempre ha habido algo que atraviesa esos
modelos de simulación, que son todos modelos <i>racionales; </i>ha habido siempre
una radicalidad ausente de todos esos códigos, de todas esas racionalizaciones
“objetivas” que en el fondo nunca han dado lugar más que a un solo gran sujeto:
<i>el sujeto del saber, </i>cuya forma esta destrozada desde hoy, desde ahora,
por el habla indivisa (2). En el fondo, cualquiera sabe siempre más de<b> </b>eso
que Descartes, que Saussure, que Marx, que Freud”.</span></span></span></div>
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: small;"></span></span></o:p></span></span></span><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: small;"></span></span></o:p></span></span></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: small;">(1)
Pero atención: todo esto vale para el propio psicoanálisis. Él también vive del
corte entre procesos primarios y secundarios, y morirá del fin de esa
separación. Es cierto que el psicoanálisis es “científico” y “revolucionario”
cuando explora todo el campo de las conductas a partir de ese corte (del
inconsciente). Pero quizá un día se percibirá que la práctica real, total,
inmediata, no obedece a ese postulado, a ese modelo de simulación analítica;
que la práctica <span style="mso-bidi-font-weight: bold;"><em>simbólica<strong> </strong></em></span>está
de entrada más allá de la distinción procesos primarios/secundarios. Ese día,
el inconsciente y el sujeto del inconsciente, el psicoanálisis y el sujeto del
saber (psicoanalítico) habrán vivido en provecho del campo simbólico (el campo
analítico habrá desaparecido en cuanto tal, en la separación que él establece a
su vez). Podemos ver por muchos signos que esto ya <em>tiene lugar. </em></span></span></o:p></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: small;"><em></em></span></span></o:p></span></span></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 150%;"><span style="font-size: small;">
</span></span></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;">(2)
Esta palabra no tiene nada que ver con la acepción lingüística del término “habla”,
tomada dentro de la oposición lengua/habla, en la que está sometida a la
lengua. El habla indivisa (simbólica) niega la distinción lengua/habla; como la
práctica social indivisa niega la distinción teoría/práctica. Sólo la palabra
“lingüística” no dice lo que dice, pero tal palabra no ha existido nunca, sino
en el diálogo de los muertos. El habla concreta, actual, dice lo que dice, y <i>todo
lo demás al mismo tiempo. </i>No observa la ley de discreción del signo, de
separación de las instancias, sino que habla a todos los niveles al tiempo,
mejor aún: deshace el nivel de la lengua y, por tanto, de la lingüística misma.
Esta en cambio, trata de imponer una palabra que sólo sea la ejecución de la
lengua, es decir, el discurso del poder</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 150%;">.<span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-90523660854124546312012-11-20T03:34:00.002-08:002013-02-27T03:10:29.688-08:00AURA O EL ECO DE LOS MUNDOS SALVAJES (III): SOBRE EL PODER<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl2dTwBDaGi6Ylcw2zBjJGAFkZMwgCVCkO4-qyUGPFsE2kwgt7fYRXXZv-iK9-9_YMmbG_qrAmbyoaL7hczz3-JoFv-EWZ5TRMd_G81-tgc_fKUZ1F7Sbh_VSmDq3gSHgOpzX6ZkcJxZU/s1600/AF2_086.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl2dTwBDaGi6Ylcw2zBjJGAFkZMwgCVCkO4-qyUGPFsE2kwgt7fYRXXZv-iK9-9_YMmbG_qrAmbyoaL7hczz3-JoFv-EWZ5TRMd_G81-tgc_fKUZ1F7Sbh_VSmDq3gSHgOpzX6ZkcJxZU/s400/AF2_086.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">
<span itemprop="name">1930 Africa Shilluk Warriors Village Hugo A. Bernatzik </span></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: large;"></span></i><br />
<span style="font-size: large;"><em>"…su irreprimible creencia en que poder y victimización serían reversibles."<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></em></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Simon Simonse:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Kings of Disaster. <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"></span></o:p><br />
<o:p><span style="font-size: large;">El habla plena es la ontología desplegada por el habla, el gesto y el movimiento humanos en tanto que formas fundamentales de revelación de un mundo inmaterial, no productivo y no representativo, organizado según reglas como la dualidad, la reversibilidad, la fecundidad o el ciclo, y cuyo operador es el ritual (1). Es un fenómeno <em>social </em>y al mismo tiempo la forma de articular socialmente un mundo. Ella, en la que en propiedad la voz, el gesto o el pensamiento como datos separados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no existen</i> y sólo aparecen como subproductos históricos resultantes de su destrucción, ha sido la forma dominante en la creación, organización y modo de vida de las configuraciones sociales pasadas y todavía lo es en muchas de las actuales; sus diferentes universos han sido creados y habitados merced a los poderes desplegados por la inconsútil mixtura del gesto y la voz, por la praxis basada en la obligación dual que instaura el intercambio simbólico, cuyas redes enhebran el mundo y constituyen su clausura: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el despliegue del tacto, la invocación, el movimiento, la dualidad ineluctable que por definición se entabla en el trato con los existentes -en definitiva la sensibilidad de un “cuerpo” y un“habla” que jamás son medios ni están escindidos- revelan la totalidad de los conocimientos, prácticas, saberes y experiencias necesarias para habitar el mundo</i>. <em>Se trata siempre de cuerpos, hablas, gestos y una sensibilidad socialmente generados, auralmente implicados, inmaterialmente inmersos, ni objetiva ni subjetivamente mediados en el trato del grupo consigo mismo y con el resto de existentes que forman el cosmos.</em>El mundo engendra el habla plena y a su vez, todo lo humano, sea "material" o "ideal", nace de ella.</span></o:p><br />
<br /><span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;">T</span><span style="font-size: large;">anto parte como generadora, el habla plena despliega las propiedades de una ontología y una fisicalidad tales que permiten la permeabilidad física y ontológica de los existentes, un orden en el que reverberan o transitan unos en otros como lo haría la transparencia resonante de los seres en el mito. Destruida en provecho de la instauración de los diferentes códigos de la “oralidad”, la “mente”, la “percepción”, el “cuerpo” y tantos otros, para nosotros sólo ocupa un ámbito restringido de la praxis humana reservado a redes de interacción de poco alcance y calado sociológico. En efecto, desde el punto de vista occidental el habla (entendida únicamente como “oralidad”, como dispositivo de la función-comunicación) y elementos comúnmente asociados tales como el “sensorium” (concebido como dispositivo biológico de los sentidos) o el gesto (visto como mero acto biomecánico) son incapaces de crear la totalidad de un mundo, de una ontología y fisicalidad particulares (2). Nos es tremendamente difícil pensar la fuerza que poseen cuando en forma de habla plena constituyen la dominante de los mundos salvajes, ya que en nuestra cultura han sido históricamente reducidos, naturalizados, psicologizados, encerrados en la mónada individual, en la clausura ontofenomenológica del sujeto materializado, aislado e idéntico a sí mismo, toda vez que los centros de creación y control de mundo han sido desplazados a otras instancias diferidas, racionalizadas, objetivadas: en definitiva son desterrados a la periferia, concebidos como fenómenos no sociales pertenecientes al campo de la “naturaleza humana” y por tanto confinados en el territorio de lo“psicobiológico”, lo “psicosocial”; cuando consiguen un mejor estatuto, forman parte de alguna “teoría de la comunicación”; edulcorados, malviven encerrados en el mundo del arte y lo "estético". Sus efectos no podrían ser nunca creadores de mundos. </span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;">Sabemos que no ocurre así en aquellos regidos por el intercambio simbólico. En ellos aún reverbera el aura que Benjamin añoraba en la obra de arte: ésta resuena hasta en el más pequeño fragmento del salvaje universo.</span></div>
<span style="font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Desde el punto de vista aural, el poder aparece
cuando un individuo o grupo pasa a disponer de la vida del vencido en el tiempo
para consagrarlo a un servicio, tributo, trabajo esclavo o asalariado: aparición
de la estructura dominante-dominado y debilitamiento estratégico o en última
instancia destrucción del ciclo consuntivo, sacrificial, de inmanencia y evanescencia
aurales que exigen que a todo aquel que ha sido vencido <i style="mso-bidi-font-style: normal;">se le dé muerte</i>: “todo esto se aclara en la genealogía del esclavo.
Primeramente, al prisionero de guerra se le da pura y simplemente muerte (es un
honor que se le hace). Después, es ‘dejado a salvo’ y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">conservado</i> (= servus) a título de botín y de trofeo: se convierte
en esclavo y pasa a la domesticidad suntuaria. Es mucho después solamente
cuando pasa al trabajo servil. Sin embargo, todavía no es un ‘trabajador’,
porque el trabajo no aparece sino en la fase del siervo o esclavo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">emancipado</i>, al fin liberado de la
hipoteca de ser muerto, ¿y liberado por qué?, precisamente por el trabajo”
(Baudrillard, 1993: 52-53). La nueva situación invierte las cosas; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">al vencido se le da la vida</i>, y en ese
mismo momento su muerte le es arrebatada; ya no le pertenece, ya no dispone de
ella, al igual que a partir de entonces ya no puede perderse, intercambiarse en
la ambivalencia del habla plena (de la misma forma, el animal que no es
inmediatamente cazado y comido y pasa a ser conservado es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">domesticado</i>. Es el inicio de la lenta objetivación de lo viviente).
El movimiento cíclico de la reversibilidad, de la dualidad aural expresada como
don y contradon, como paridad soberana que en última instancia enfrenta a
muerte a los existentes es interrumpido en provecho de una única dirección, la
del don unilateral de una vida que pasa a ser una muerte diferida en el trabajo.
La finalidad de todo esto es la acumulación, el amontonamiento: desde su
definición aural, simbólica, l</span>a esencia del poder es a imagen y
semejanza de todo lo que es excluido del movimiento centrípeto e inclusivo de
los intercambios (de ahí su relación histórica con la hechicería y magia
negra); es lo que se acumula a muerte en tanto que residual, irreversible,
unilateral, objetivado, opaco, material, lineal, identitario, autológico. Una
vez consolidado puede organizar, distribuirse, vectorizarse en espacios,
tiempos, prácticas; mediante el uso de lo que llamamos “fuerza” -esa propiedad
reificada, oscura alquimia instanciada a partir de la escisión del grupo, que
se posee y se ejerce desde nuevas instituciones- puede organizar, distribuirse,
vectorizarse en espacios, tiempos, prácticas, todo ello encaminado a la
persecución de su único objetivo, su razón de ser, la tarea de acumular al
infinito: vida inmortal del soberano, riquezas, hombres, armas, rebaños,
tierras. En este sentido el poder es siempre, ontológicamente, materialista: Michel
Foucault escribió que el poder produce realidad, ámbitos de objetos. Hay que
tomar esta afirmación <i style="mso-bidi-font-style: normal;">al pie de la letra</i>.
Lo real es una ontología, y la objetividad y la objetivación del mundo avanzan
de la mano del poder y la creatividad de sus relaciones de fuerza. <span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">En un mundo de habla plena, vida y muerte son
inextricables; ésta es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vivida</i> a cada
instante en la guerra, los rituales, iniciaciones, funerales, fiestas, en los
trabajos y los días, en definitiva en el devenir de la existencia propia, del
grupo y del universo (son los muertos, los ancestros humanos o animales de un
origen siempre vivo y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">presente</i> en la
actualización de los rituales quienes han dado al grupo las reglas necesarias
para convivir); la vida es a su vez compañera inseparable de una muerte a la
que abraza en plena ambivalencia para entrelazarse con ella en el ciclo cósmico
de las apariciones y desapariciones. En eso consiste la soberanía. El poder
destruye todo esto, acaba con la dualidad aural y los ciclos de los
intercambios que garantizaban la jurisdicción del grupo sobre sí mismo; roba a
los existentes su muerte para condenarlos a una vida desprovista de su
contrapartida simbólica (3). Sobre esta nueva asimetría se asentará todo un nuevo
sistema de intercambios: tributos, servidumbre, esclavitud –en nuestro mundo: trabajo
asalariado y todo el sistema de prestaciones sociales que instaura un
intercambio ficticio entre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">iguales</i>,
por supuesto ya no entre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pares</i>-.
Estas simulaciones de restitución de la ambivalencia, de la simetría aural
jamás pueden ser el contradon, la respuesta soberana al don inicial realizado
por quien se halla en la posición de poder salvo que los dominados pongan en
juego su vida soberanamente:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“rechazo a
no ser muerto, a vivir en el plazo mortal del poder, rechazo a deber la
vida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y a no ser librado jamás de esta
vida, y a estar en la obligación de saldar ese crédito a largo plazo en la
muerte lenta del trabajo, sin que esta muerte lenta cambie nada la dimensión
abyecta, la fatalidad del poder … Es en el suspenso entre una vida y su propio
fin, es decir, en la producción de una temporalidad literalmente fantástica y
artificial (puesto que toda vida está ya, a cada instante, con su propia
muerte, es decir, su finalidad realizada en el instante mismo), es en ese
espacio descuartizado donde se instalan todas las instancias de represión y de
control”. Hay que devolver inmediatamente esa vida envenenada que el poder
entrega: sólo eso permite la reintroducción de la evanescencia aural en la
estructura de dominación y la recuperación de la soberanía, proceso cuyo primer
paso es aceptar la posibilidad de que la propia vida soberana pueda ser <i style="mso-bidi-font-style: normal;">perdida</i> para ser <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reencontrada</i>. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;">En los mundos aurales el poder se
halla disuelto en la sociedad. No está instanciado. En la auralidad “pura” el
grupo tiene la jurisdicción de sí mismo. Como Clastres (1974: 134) nos indica, en
las sociedades amerindias de las tierras bajas la jefatura no tiene autoridad,
no tiene fuerza coercitiva; su “poder” es poder de palabra, precisamente
impoder aural. Pero “poder” es aquí un término vacío, prótesis añadida y mistificadora
(como “economía”, “religión”, “arte”, etc.): el “jefe” simplemente reproduce la
transparencia entre el universo mítico-ritual y el grupo, habla plena inmanente
e invariante del ser social, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no alienada,
no separada</i>. <span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;">Obligación del jefe
de respetar y hacer respetar un discurso colectivo e inclusivo que le preexiste
y que no es propiedad de nadie. Hasta ahí llegan sus prerrogativas, so pena de
ser abandonado a su suerte o ejecutado. A diferencia de la esencia asocial del
poder, e</span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">l lazo
social se comporta de la misma forma que el movimiento general del sistema: lo
que le pretende escapar es integrado mediante el despliegue de una socialidad
centrípeta que actúa por inclusión en las redes de intercambio simbólico,
independientemente de su procedencia o intención. De este modo cuando el poder
o su semilla han desafiado al grupo desde dentro se les ha respondido mediante
el ejercicio de la palabra aural y colectiva, manteniendo la paridad simbólica,
desplegándola abiertamente, en todo momento y en todos los aspectos; de cara al
exterior, la guerra permanente (cf. Clastres, 1987) mantiene a su vez la dualidad
aural entre los grupos, conjurando la dinámica explosiva que supondría la
fusión, voluntaria o por la fuerza en comunidades mayores y la consiguiente instanciación
del poder. Esta panoplia aural de resistencias se expresa por doquier en los
mitos, los rituales, la dualidad, el don y el contradon, el vínculo aural
inmanente con los ancestros y el cosmos, lo que se ha llamado lo “sagrado”, en
la actualización de la esencia implosiva, sacrificial, evanescente,
anagramática propia del mundo aural en el mismo corazón de la amenaza: de ahí
ese impoder aural, suntuario, efímero, volátil, consuntivo, ya sea disuelto en
el grupo o bien, en los casos en que su podredumbre avanza, consumido en una
dualidad agonística <i style="mso-bidi-font-style: normal;">a muerte</i> contra
una colectividad que le opone resistencia porque se sabe amenazada con la
escisión, la servidumbre, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la mutación
ontológica hacia lo real</i>. En una palabra: se trata siempre de la actualización
a toda costa de la permeabilidad del intercambio pleno que es la ambivalencia
aural, fuente de la soberanía, de la que la evanescencia, la disolución, la
figura de la muerte son elementos fundamentales; se trata de preservar la
intimidad con una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">muerte</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">viva</i> que evite la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vida</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">muerta</i> del nuevo
orden que el poder puede llegar a instituir. Es aquí el grupo y no el “jefe”
quien juega con la ambivalencia soberana de la vida y la muerte; es él el poseedor
del dominio sobre sí mismo y de la potestad de acabar con su portavoz. El grupo
contiene la pérdida de su soberanía, de su paridad haciendo al jefe receptor de
un don al que jamás podrá responder con otro de igual o superior calado: mujeres,
palabra y el prestigio que de ello se deriva le convierten deliberadamente en
una excepción, pero jamás deja de participar en el ciclo de intercambios; ello
le obliga a ejercer tal prodigalidad que se convierte en una forma de
servidumbre: “en tanto que deudor de riquezas y de mensajes, el jefe no traduce
otra cosa que su dependencia en relación al grupo, y la obligación en la que se
encuentra de manifestar a cada instante la inocencia de su función … el jefe,
propietario de valores esenciales del grupo, es por esto mismo responsable ante
él, y, por mediación de las mujeres es de alguna forma el prisionero del grupo”
</span>(Clastres, 1974: 41-42, nuestra traducción). <span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Cuando las redes simbólicas del habla plena
empiezan a ser debilitadas por el veneno del poder, éste es contestado de otro
modo: reconociéndolo como alteridad simbólica separada y al mismo tiempo como
vórtice de rituales. Ello procurará al grupo el mantenimiento de la dualidad de
un intercambio aural y a la vez seguir ejerciendo una estrategia de control. Probablemente
en una fase concreta del movimiento de sociedades segmentarias en
transformación, el principio de organización sociocósmico emanado del habla
plena se ha visto amenazado de tal forma que por primera vez han sido abocadas a
la instauración de un operador simbólico en cuya carne se restaure el
tambaleante principio colectivo de inclusión dual y soberana: se trata de la
figura del hombre-rey que permitirá, por el momento, disipar las tensiones que
amenazan con la división social. Este “rey” es, cosa que el grupo jamás olvida,
el disruptor de la paridad aural movido por la ambición y el deseo de
acumulación, es quien se ha enfrentado a la regla simbólica que obliga a la
incesante dispersión de los dones y contradones en el seno del grupo, que ha
pretendido subvertir la transformación de toda parte maldita en riqueza simbólica,
aural: </span>entre los Moundang del Chad (Adler, 2007: 171-173) el autor de un
crimen, incluido el asesinato, puede escapar a la justicia del grupo
refugiándose en las tierras o propiedades de la realeza; a partir de entonces
pasa a pertenecer al clan de los hombres del rey. Lo mismo ocurre con los
prisioneros de guerra. Su crimen, su exterioridad, quedan impunes. El rey los
acumula y los utiliza<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para sus
propósitos. Su poder se alimenta del resto: de lo que sustrae o escapa al orden
social. Para los Lulubo de Sudán oriental el vientre es la parte del cuerpo que
posee mayor carga simbólica en los sacrificios y la esfera del poder (cf. Simonse,
1992). En general a los animales sacrificados se les abre el vientre, de igual
forma que si una enfermedad provoca su inflamación hasta provocar la muerte, el
cadáver no es enterrado hasta que su abdomen ha sido abierto. Todo esto tiene
especial significación en lo referente al rey: es sabido que cuando éste ejerce
su poder de provocar sequías se delata porque algunas partes de su cuerpo se
hinchan, en particular el vientre. Entre sus vecinos Bari, cuando fallece un rey
o reina cuya vida ha sido pródiga en lluvias y bienes, por lo tanto en
intercambios con el grupo, su cadáver -una vez ha sido objeto de los ritos que
conjuran la irradiación del mal o posible venganza- es expuesto en una
plataforma utilizada normalmente para secar el sorgo hasta que su abdomen se
abre y los fluidos empiezan a derramarse sobre un esclavo situado bajo la misma,
cuya tarea es advertir a la comunidad llegado ese momento: “al estallar el
cuerpo se creía que la paz, la lluvia y el alimento se esparcirían por la
tierra como ‘el aire de un balón pinchado’, tal como explicó un informante” (ibid.:
384, traducción nuestra). El acontecimiento se celebra con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">kore</i>, una danza asociada con el periodo
de abundancia que sucede a la cosecha. Una vez sus huesos blanqueen,
posteriores ritos los afirmarán como reliquias y el antiguo rey pasará a ser un
aliado del grupo, un nuevo participante en el intercambio simbólico a quien se
dirigirán ruegos y sacrificios. Por el contrario, en el caso de los reyes
ejecutados, de los malos reyes, su vientre es abierto para apaciguar, mediante
acciones y sustancias neutralizadoras, el mal que anida en sus entrañas; posteriormente
su cadáver es <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abandonado en la maleza. Una
vez más, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el poder aparece como la ruptura
del dar y recibir, del disolverse en la evanescencia aural para erigirse en
instancia de acumulación e irreversibilidad</i>. Todo lo que en el cuerpo del
rey es retenido en detrimento del grupo debe ser ineluctablemente revertido. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El abdomen debe ser abierto para que lo
benéfico se reintegre al juego de los intercambios. Cuando el vientre del rey
Bari revienta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">es cuando se considera que
ha muerto verdaderamente</i>, es decir, cuando todo lo que retenía acumulado
unilateralmente es disuelto de nuevo en la auralidad del grupo. <span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">En estos contextos la estrategia
del grupo es airear abiertamente su juego con el poder y de hacerlo a muerte,
en la revuelta o en el regicidio dictado por las señales del cosmos. En última
instancia, en el plano de la paridad simbólica, agonística, todo se reduce a
esta fórmula: “Tú pretendes condenarnos a la servidumbre mediante el don de una
vida sin esperanza, sometida; nosotros te honramos con el contradon de tu
muerte celebrada desde nuestra soberanía”. Es el momento de las “realezas
sagradas”, de la ejecución ritual del hombre-rey cuando sus fuerzas decaen, del
enfrentamiento a muerte con aquel que aspira a sustituirle bajo la mirada
ritual y festiva del grupo; expresiones todas ellas de la lucha, de la
incesante venganza mortal que éste siempre reclama como respuesta al crimen que
lo ha escindido. Cuando los congregados llaman “montón de estiércol” al que va a
ser proclamado su rey, cuando su instauración pasa por cometer canibalismo,
incesto, crímenes innombrables ritualizados que suponen la ruptura total de la
permeabilidad aural, cuando es objeto de las prohibiciones y constricciones más
obsesivas, cuando finalmente es estrangulado, degollado, enterrado o quemado
vivo en plena y fasta exaltación colectiva es porque la soberanía del grupo aún
no ha sido eliminada del todo; el habla plena aún puede ser desplegada en el
desafío simbólico, en la dualidad jugada abiertamente, enfrentada a plena luz </span>en
un drama regulado por el mismo vaivén de la reversibilidad simbólica,
ritualizada o simplemente actualizada a lo largo de las peripecias del juego
social. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;">Hay un largo trayecto que va de
este poder aural, inmaterial, al poder del soberano de los primeros estados, el
poder disciplinario y el poder de disuasión contemporáneo (4). Pero la forma<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>simbólica del poder sigue siendo la misma: la
vida no es palabra de habla plena si está escindida de la muerte, de la
exposición, de la soberanía. <span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Enfrentados
a la forma del poder y su progresiva invasión de las diferentes formas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">realización</i> del mundo, los salvajes
siempre han vendido cara su piel. La historia atestigua que el poder ha tomado
definitivamente la senda de la autoexclusión y la ruptura, la división y la
dominación, la objetivación. En Occidente ello ha implicado un largo proceso.
Mientras tanto, en lo aural el poder aún debe jugar el juego que despliega el
habla plena, como todas las cosas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"></span><span style="font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"></span><span style="font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-size: large;">NOTAS:<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;">Los guerreros fotografiados pertenecen al pueblo Shilluk, una sociedad organizada como "reino" que inmolaba a sus reyes cuando su vida entraba en declive.</span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: large;"> </span><br />
<span style="font-size: large;">(1) </span><span style="font-size: large;"><span style="line-height: 150%;">La obra de Baudrillard hace irrumpir en nuestro orden del discurso y de lo real la infección de lo que llama lo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">simbólico</i> (la lógica de la dualidad, la ambivalencia) que desbarata y permite denunciar los efectos de un sistema que, a diferencia de sus formas pasadas, parece integrarlo todo reduciendo al mínimo todo conflicto. El poder pasa aparentemente de un conjunto de dispositivos (disciplinas, normalización, castigo) a otro basado en la permisividad, la solicitud, la liberación, la vida como referéndum constante, como elección a plena disposición del sujeto; características propias, según Baudrillard, de un nuevo orden de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">disuasión</i> (al respecto, su análisis comparte gran cantidad de aspectos del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Post-scriptum</i> deleuziano, sólo que las ideas de Baudrillard sobre la cuestión anticipan en más o menos quince años al texto sobre las sociedades de control: a pesar de que la cuestión la tratará a lo largo de diversas obras publicadas en la década de los ’70,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>véanse las páginas 67-99 de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El intercambio simbólico y la muerte</i>). A primera vista lo anterior parecería una mutación profunda en la genealogía del poder. Pero éste prosigue su despliegue sin problemas, sin que haya alterado para nada sus propiedades formales, su código de división, abstracción, linealidad, irreversibilidad, disposición estructural, sistematización funcional, etc. (por cierto propiedades igualmente adoptadas -de forma acrítica e impensada- por los discursos revolucionarios o que promueven una alternativa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a partir de la acción y la denuncia). Es ahí donde lo simbólico se muestra como forma heterogénea, alteridad radical a nuestros sistemas, cuyo mejor ejemplo “social” ha <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sido el de los Salvajes: el intercambio simbólico constituye una forma más fundamental que la socialidad, una singularidad siempre presente. Los conceptos de habla plena o auralidad intentan añadir nuevos matices a lo que Baudrillard dejó escrito sobre la cuestión. En este caso se tratará concretamente de la jurisdicción de lo simbólico sobre el poder cuando éste pretende ejercer su vocación de erigirse en instancia separada y separadora toda vez que inicia su lenta secreción de un orden de lo real y lo objetivo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;">(2) La "oralidad" como aquí se concibe -radicalizada y desbordada en el "habla plena", lo cual la convierte en algo más, en una ontología- ha sido abordada de muchas formas, aunque en mi opinión dos de ellas -aunque posiblemente tangenciales comparadas con las investigaciones tradicionales sobre el tema- son las más imaginativas (ambas, junto con los estudios más "tradicionales" resuenan en este post): los escritos de Marshall McLuhan y Edmund Carpenter acerca del "espacio acústico" y la distinción que Deleuze y Guattari establecen entre el "espacio liso" y el "espacio estriado". En mi opinión el potencial de tales conceptos no ha sido tenido en cuenta.</span><br />
<span style="font-size: large;"> </span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(3) Acerca de lo simbólico tal como se muestra en las sociedades "primitivas": ver el post <em>Aura o el eco de los mundos salvajes: el intercambio simbólico.</em></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(4) </span>El soberano
asistido por la casta sacerdotal pasa a ser el único que puede actualizar la
dualidad simbólica, la resonancia con los dioses y el universo que garantizan
el orden social y cósmico: pese a instanciarse por encima de una sociedad
dividida, pese a consolidarse como el ejercicio de un don unilateral e
irreversible el poder todavía pone en acto la presencia ambivalente de la vida
y la muerte en los ritos, los sacrificios, en los suplicios públicamente
expuestos. En ellos aún se invoca la presencia de una muerte regeneradora de la
permeabilidad aural; espectáculos crudos, vivos, presencia de la efervescencia
aural en la inmediatez de la ejecución o en los ritos que marcan los
calendarios. Su propia inmolación ya no tiene lugar, es desviada hacia una
víctima sustitutoria; corolario lógico del cumplimiento inexorable de la
esencia acumulativa del poder, cuya desatada inercia despliega una
trascendencia del soberano a imagen del calado de sus ahora inmensas fuerzas: en
tanto que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">superviviente</i> del orden
regicida ha vencido a la muerte inmediata a manos del grupo y ha pasado a
acumular el botín que son las muertes de sus súbditos para arrojarlos a una vida
servil; en ese momento, único dueño de su propia muerte, conquista la
inmortalidad: se convierte en el Gran Acumulador de tiempo, de eternidad; él
mismo es un dios o bien se proyecta en una divinidad superior a la que tratará
como su par simbólico. Mientras, fuera de los muros del palacio los dominados, desposeídos
de las reglas que instituyen la obligación simbólica, “liberados” de la
actualización de la auralidad son arrojados a la objetivación, la racionalidad
medios-fines, las estructuras desritualizadas que poco a poco pasan a administrar
lo social y a hacerse cargo del mundo mismo. Se da paso a la separación entre un
campo “sagrado” y otro “profano”, entre lo “religioso” y lo “político”; más
tarde aparecerán otras separaciones ramificadas al infinito: la del alma y el
cuerpo, la de lo masculino y lo femenino, la del bien y la del mal, etc., que
perpetúan las estructuras de separaciones iniciadas con la ruptura de la
ambivalencia aural (Baudrillard, 1993: 149).<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
El poder
disciplinario descrito por Foucault, que arranca en la “época clásica” y que
desde hace tiempo está en vías de desaparición, inclina definitivamente la
balanza a favor de la materialización del mundo; en esta nueva mutación, que el
poder produce realidad es más cierto que nunca, ya que éste coincide con la
nueva fuerza de la producción: la realidad deviene algo producido. Sus
objetivos son la proliferación totalitaria de una vida excluida con precisión
quirúrgica de la muerte, sus mecanismos son los de la explosión, la expansión,
la irreversibilidad inoculada incluso a nivel capilar; reviste la forma de las
fuerzas que despliegan e invisten un nuevo mundo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">real</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">material</i>: él es su
brazo armado. Impone a los sujetos una movilización jamás vista hasta entonces.
Es por eso que precisa a toda costa eliminar toda ambivalencia, toda resonancia
con la muerte de unas poblaciones cifradas en la escritura de la estadística.
Hoy este poder intersticial, saturador, subjetivador de los cuerpos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mediante dispositivos de ortopraxis está
siendo transformado, sustituido por nuevas formas de dominación; éstas ya no se
basan en las energías, las mecánicas y las relaciones de fuerza constitutivas
de las disciplinas “tradicionales”, sino que se ejercen como estrategias de
disuasión, de lo lúdico o lo psicológico (cf. los trabajos de Baudrillard). <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">¿Qué
hay de la Revolución y de la contestación al sistema? Ésta es el dispositivo central de nuestros sistemas
explosivos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cinéticos</i>, históricos, el
corazón moviente de la ontología productiva y representacional. En este sentido
hay que ver el espacio perspectivo, el espacio-tiempo de la Historia –por otra parte
ya caduco- no como una disposición de sus elementos que tiende hacia el mal
llamado “punto de fuga”, sino a la inversa: lo producido y representado
despliega su movimiento de materialización <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacia
nosotros</i>. Si bien normalmente sólo vemos el foco de convergencia donde
confluyen las líneas, los vectores o hilos que conforman el escenario de lo
representado -su dimensionalidad “real”- podemos no obstante conceptualizarlo
como el no lugar, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vacío implosivo</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">irrepresentable</i> del que lo real surge
por hemorragia invadiéndonos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ubicándonos
y asignándonos</i> como nuevas figuras dispuestas en el espacio-tiempo que crea
su movimiento de expansión ilimitada. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo
que era pues el foco de convergencia se desplegaría entonces como campo de
divergencia, de barrido centrífugo, abanico de dispersión de una realidad que
coloniza todo a su paso (en este sentido el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">trompe-l’oeil</i>
es, por exacerbación, el desenmascaramiento de la engañifa de ese orden). Y la
revolución va en el mismo sentido. La dinámica de nuestro sistema <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">crisis-intensificación
revolucionaria</i>. La revolución es la dinámica misma de proliferación y
diseminación de una civilización ayer instituida como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">motora</i>, hoy como mundo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">eléctrico
y nuclear</i>. Institucionalización del cambio perpetuo: si la crisis es la
velocidad de crucero del sistema, la revolución (la propia del sistema y la de
los “revolucionarios”) es su vuelta de tuerca, una aceleración hasta el
paroxismo que siempre reconfigura los contenidos respetando las propiedades
formales -los códigos- a nivel fundamental. En ella se aceleran e intensifican
los efectos de las propiedades del sistema de forma que se altera su ritmo
crítico normal, pero jamás varía el objetivo que está en su naturaleza: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">producir más y nueva realidad</i>;
expansión, acumulación, siempre más inoculación de deseo, saber y poder, siempre más realidad. No hay diferencia
entre la máquina de vapor y las masas que asaltan el Palacio de Invierno. Ambas
son cristalizaciones termodinámicas generadas por nuestra clausura basada en la diseminación <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ad</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">infinitum</i>. No hay diferencia entre las
redes informacionales mundiales, la neurociencia y lo rizomático o las comunas:
todas ellas son cristalizaciones eléctricas, implosivas, capilares,
microfísicas, que perpetúan la lógica de proliferación de un sistema que vive
de la expansión y la acumulación -hoy en el nivel <em>micro</em>, celular y subatómico-, de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no restricción</i>.
Quienes detentan el poder y los que se le oponen son los ritualistas intercambiables
de la (micro)razón política, sus sacerdotes y sus hechiceros.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: large;">
<br />
</span><br />
<span style="font-size: large;">BIBLIOGRAFIA:<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
Adler, Alfred: “La guerra y el
estado primitivo”, en Abensour, Miguel (Ed.): El espíritu de las leyes
salvajes: Pierre Clastres o una nueva antropología política; Ediciones del Sol,
Buenos Aires, 2007, orig. 1987.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Baudrillard, Jean: El intercambio
simbólico y la muerte; Monte Ávila, Caracas, 1993, orig. 1976.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Clastres, Pierre: La Société
contre l’État: Recherches d’anthropologie politique; Éditions de Minuit, Paris,
1974.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Clastres, Pierre: Investigaciones
en antropología política; Gedisa, Barcelona, 1987, orig. <span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">1980.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"></span><span style="font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-size: large;">Simonse, Simon: Kings of Disaster: Dualism,
Centralism and the Scapegoat King in Southern Sudan; E. J. Brill, Leiden, 1992.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-15817548233314056322012-10-18T04:55:00.001-07:002012-11-20T03:08:35.851-08:00AURA O EL ECO DE LOS MUNDOS SALVAJES (II): EL INTERCAMBIO SIMBOLICO<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El intercambio simbólico es la encarnación en lo
social de la ontología de este mundo aural, la forma social de desplegar el
habla plena como red inclusiva, un orden de relaciones que hilvanan la
totalidad. Amalgamado por su permeabilidad fundamental, lo simbólico actualiza una
proxemia ontológica radical que forma un continuum de redes de parentesco,
alianza y obligación, un todo denso, centrípeto e indiviso desplegado por la
multiplicidad de los existentes. Las manifestaciones rituales son los vórtices
a través de los que se genera y controla la permanencia y el ritmo mismo del
universo, la alternancia reversible de su contracción y expansión, el vaivén
dual que actuando a todos los niveles garantiza la permanencia de la
permeabilidad del mundo. Este orden que constituye lo social y organiza <i style="mso-bidi-font-style: normal;">socialmente</i> el universo fue “la
dominante secreta de las sociedades primitivas y tradicionales. Configuraciones
no expansivas, no centrífugas: centrípetas –pluralidades singulares que no
apuntan jamás a lo universal, centradas sobre un proceso cíclico, el ritual, y
tendiendo a involucionar en ese proceso no representativo, sin instancia
superior, sin polaridad disyuntiva, sin por ello derrumbarse sobre ellas mismas
(…) Las sociedades primitivas vivieron así de una implosión dirigida -murieron
cuando dejaron de dominar ese proceso, y bascularon entonces hacia el de la
explosión (demografía, o excesos de producción irreductibles, procesos de
expansión indominables, o pura y simplemente cuando la colonización los inició
violentamente en la norma expansiva y centrífuga de los sistemas occidentales)”
(Baudrillard, 1987: 165-166).<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span><span style="font-size: large;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;">En el plano ontológico los existentes no son las
identidades tautológicas, positividades instanciadas y clausuradas entre sí que
conocemos en nuestro mundo; tampoco son materialidades que opongan resistencia
en el sentido de la física; no son objetividades que interactúan según las
leyes y limitaciones de nuestras concepciones físicas o filosóficas de la materia,
la causalidad, el espacio y el tiempo. En lo aural no hay espacio, tiempo o
materia alguna que contenga a los existentes en sí mismos y simultáneamente los
separe unos de otros, una distancia que deba ser recorrida material o
conceptualmente para salvar la separación que sustenta su clausura identitaria,
su fisicalidad o materialidad: los existentes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">son</i> el propio espacio, por lo que se está en el mundo sin
mediación, actuando inevitablemente a través de ellos y a la inversa (1); se
trata de una reciprocidad y reversibilidad continua: “las líneas entre especies
y clases, incluso entre hombre y animal, son líneas de fusión, no fisión, y
nada tiene una apariencia simple o invariable”, como señala Carpenter a
propósito de los Inuit. Propiamente hablando en los mundos aurales no hay ni
materia ni realidad objetiva alguna. Los salvajes han revelado un mundo sin
necesidad de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">realizarlo</i>. Todos los
existentes, las cosas, los elementos mismos, el fuego, el agua, la tierra, el
aire son momentos distintos, heterogéneos, de la disolución continua de la
positividad, de la clausura, del valor (Baudrillard, 1992: 267). Si para
nosotros toda materia es una materia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">prima</i>,
una fuerza productiva (2) en los mundos salvajes toda materialidad (del
lenguaje, de las cosas, de las personas, del mundo) es una anécdota efímera: lo
que no es permeable es eventualmente un desecho y es abandonado, eliminado, es
inferior a un excremento pues al menos éste, como los cabellos o las uñas puede
ser objeto de magia debido a su resonancia, su permeabilidad (3). Sin embargo a
largo plazo constituye un terrible peligro: la objetivación del universo es resultado
de la destrucción de es transparencia, lo que abre la puerta a la instauración
de la materia y por ende de la excrecencia incontrolable de lo que no puede
intercambiarse simbólicamente, llevando al sistema al bloqueo y a su estallido
o asfixia finales.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;">
</span></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">
Ya hablemos de “animismo”, “totemismo” u otras
ontologías salvajes el cosmos está poblado por sustancias permeables,
inmediatas, aurales. El cuerpo, el operador inmaterial que el grupo crea en lo
que llamaríamos el nivel individual no existe ni como dato “natural” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni como “identidad”: es otra cosa, “una
especie de sustancia sacrificial que no se opone a ninguna otra sustancia, ni
al alma ni a cualquier otro valor espiritual. En las culturas en las que el
cuerpo es puesto en juego continuamente en el ritual (…) es la baza de una
constante reversibilidad. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Es una
sustancia que puede moverse a través de otras formas, animales, minerales y
vegetales</i> (…) la forma animal, la forma humana y la forma divina se
intercambian según una regla de las metamorfosis en la que cada una de ellas
deja de estar circunscrita a su definición” (ibid., 2002: 25-26). Los hombres y
el resto de existentes poseen “cuerpos” e “identidades” ambivalentes puesto que
son permeables tanto en el interior de ellos mismos como en su relación con los
demás; éstos se metamorfosean constantemente unos en otros, tal como por
ejemplo ocurre en el perspectivismo amerindio (4). Por el contrario nuestra
cultura visual-material anclada en el principio de realidad cierra y crea
mediante este acto nuestro cuerpo, negando la apertura del individuo ya desde
su misma piel: lo que de nosotros es más dado a la exposición y por tanto
ofrecido en el habla plena del intercambio simbólico –pero entonces ya no sería
una “epidermis”: el cuerpo de los salvajes no pertenece ontológicamente al
orden de la biología, al igual que jamás está desnudo aunque muestre todo su
cuerpo- es la impenetrable armadura que sella la identidad material del sujeto
(5). Mediante el despliegue por parte del grupo de la permeabilidad simbólica
se revela un cuerpo que no es material sino aural, el único que posee
existencia “real”, que se ha convertido en existente resonante mediante el
habla plena de los ritos y las pruebas, las fórmulas, los objetos, las
prácticas que constituyen el esfuerzo del grupo para hacer aparecer los cuerpos
como<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>material simbólico, como cajas de
resonancia en las que vibra el universo entero. Tal es el sentido de las marcas
iniciáticas, las modificaciones corporales, las posesiones, las pinturas
corporales cuyos diseños en muchos casos son indiferentes a las formas del
cuerpo; éste no posee significación alguna a menos que se dé existencia aural a
la carne en el ver y el tocar que supone la entrega al grupo, a los dioses, a
las potencias del mundo para seducirse mutuamente gracias al despliegue de la
apertura del habla plena en la que toda identidad, toda clausura es consumida.
En este imperio de las formas flexibles y reversibles el cuerpo es siempre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">metamórfico</i>, como atestiguan las figuras
de la magia y los rituales; éstos implican siempre la actualización de un
cambio, de un devenir de las formas. La metamorfosis depende de la
inmaterialidad aural de los existentes y es la característica “dinámica” –en
tanto que transformación- que afecta directamente a la “corporeidad” de los
mismos. Con la ritualidad, la magia, todo puede “mezclarse” con todo, puede
intervenir en todo porque no tratamos con “materia”; la carne, los sentidos,
los gestos: decimos que todo ello es transparencia evanescente que se consume
en su despliegue transversal, a través de todos los existentes en una
intercambiabilidad soluble por su propia “irrealidad”. Jamás se “es” algo
cerrado que “está” en un punto concreto, sino que (con el ritual adecuado) se
puede ser virtualmente cualquier cosa y estar en cualquier parte (6). Se trata
de una subversión de todo lo que nosotros entendemos como cualquier tipo de
definición cerrada, discreta de los existentes en términos de su identidad,
materialidad, categoría, posición en cualquier escala social, natural, etc. y
las relaciones entre ellos; sólo cuando se detiene el juego de las formas
aparecen el sentido y la metáfora, acompañados del principio de realidad y la
Ley. <o:p></o:p></div>
<span style="font-size: small;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: small;"> </span></o:p></div>
</span><span style="font-size: large;">En tanto que justamente ignora la identidad
cerrada de los existentes, siempre expuestos al mundo por su intrínseca
permeabilidad aural, el habla plena implica por definición a un otro soberano
con quien entramos en la alternancia, el dar y devolver entre pares, una
reversibilidad regulada a través del intercambio simbólico. Los existentes viven la
ambivalencia de un cara a cara en el que se está obligado a responder: la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dualidad</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">paridad</i> es la forma básica de la relación simbólica (6) y tomará la
forma de un pacto o rivalidad marcados por una moral del honor, la obligación y
la reciprocidad: “muchas, tal vez todas las culturas orales o que conservan
regustos orales dan a los instruidos una impresión extraordinariamente
agonística en su expresión verbal y de hecho <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en su estilo de vida</i> (…) No sólo en el uso dado al saber, sino
también en la celebración de la conducta física, las culturas orales se revelan
como agonísticamente programadas (…) Cuando toda comunicación verbal debe ser
por palabras directas, participantes en la dinámica de ida y vuelta del sonido,
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">las relaciones interpersonales ocupan un
lugar destacado en lo referente a la atracción y, aún más, a los antagonismos</i>”
(Ong, 1996: 50-51, cursivas nuestras). La dualidad del habla plena explica este
carácter “agonístico” observado en muchos rasgos de las culturas salvajes, a la
vez que es consustancial al principio de soberanía: sólo los existentes
soberanos poseen un “estilo de vida agonístico” en tanto que inequivalentes,
heterogéneos y sin embargo abiertos al juego del mundo, a las peripecias del
intercambio simbólico. Si nuestra socialidad es la del contrato o la psicología
que vincula a individuos separados abstractos, particulares y equivalentes, el
pacto es una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">obligación</i> entre
existentes soberanos e inequivalentes, alteridades irreductibles puestas en
plena ambivalencia, en la transparencia inmediata de su inmaterialidad: jamás
se puede dejar de responder, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pues todo
habla en el habla plena</i>. Por lo
tanto en el mundo aural todos los existentes, las piedras, los animales, la
hierba, pueden entrar en lo simbólico <i style="mso-bidi-font-style: normal;">realmente</i>,
sin metáfora. Las pinturas corporales de constelaciones son el
intercambio simbólico, la transparencia ambivalente de los cuerpos con los
astros; los tatuajes, el uso del ocre, de sangre, son la fusión con el grupo;
la utilización medicinal de pinturas u otras sustancias de la mano de los mitos
y fórmulas rituales desencadena la fuerza sanadora mediante la actualización de
la pertenencia al grupo y al universo, la desinstanciación, la disolución del
nudo, de la opacidad que suponía la enfermedad respecto a la transparencia del
grupo consigo mismo, del cuerpo enfermo, del mundo y sus intercambios
organizados; las conchas del kula encarnan (en sentido literal) la relación
dual, la ambivalencia que une a los pares en el intercambio. Todo actúa de tal
forma que podría decirse que está “vivo”, que posee “vida”, puesto que
interviene en el mundo con todas las propiedades ontológicas de los mismos
humanos. Sin embargo esto no significa -salvo tal vez para la antropología- que
los primitivos se hallen sumergidos en el panvitalismo animista: “el
intercambio simbólico no excluye entidad alguna: animales, plantas, minerales,
hombres (vivos y muertos) participan activamente en los ciclos vitales, como
compañeros legítimos del intercambio. La ideología occidental ha llamado a este
proceso ‘animismo’ porque aferrada a su principio exclusivo de realidad, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">separa radicalmente la vida de la muerte y
porque comprende el intercambio simbólico con otros seres o con los muertos
como una proyección imaginaria de la vida</i>”<span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"> (Sodré, 2004: 130, cursivas nuestras). Cuando Occidente afirma la
existencia de la superstición animista y la descifra en nombre del saber
científico (7) se oculta magistralmente a sí mismo que él es el único animista
en todo esto, que es él quien sostiene e impone su ideología de la vida como
instancia o positividad omniponente (lo que ha llevado entre otras muchas cosas
a la instauración del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">biopoder</i>).</span>
Se trata una vez más de otra de las ideologías que proyectamos sobre los
salvajes para a continuación “descubrirlas” entre ellos como “dato objetivo”. <span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;">Por los mismos motivos, la causa que se
esgrime como la explicación "racional" subyacente a las prácticas
animistas -el llamado "pensamiento antropomorfo" que fundamenta
también otras ontologías primitivas como el totemismo o el analogismo- cae
dentro del campo de la misma crítica : también él es hijo</span> de
nuestro orden de lo real que funda la “objetividad” y “materialidad” de los
términos en tanto que escindidos porque contempla su “objeto” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en un solo sentido</i>, porque es incapaz de
abordar la <em><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">vida en los mundos aurales como parte de una
contrapartida simbólica con su desaparición, su consumación, su evanescencia en
el juego de la reversibilidad que pone en acto el intercambio simbólico del
mundo.</span></em> C<em><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">uando la vida y la muerte separadas, cuanto
todas las polaridades que proceden de esta matriz se disuelven en lo aural, en
lo simbólico, podemos constatar que los movimientos que penetran o “proyectan”
lo humano en lo no humano se producen también en sentido contrario. De repente
dejamos de ver a los animales, los vegetales, las cosas y los fenómenos como
meros ectoplasmas antropomorfos surgidos de la mente humana para contemplarlos
como manifestaciones soberanas, heterogéneas, independientes, indiferentes o no
según las circunstancias, según su capricho a los hombres, con quienes deben
compartir su vida en el continuum del mundo aural. </span></em>La soberanía es
el dinamismo ontológico de los existentes que está más allá de nuestra matriz
“vida-muerte” o cualquier oposición homóloga. El mundo es activo e intencional;
no existe el concepto de un mundo “objetivo”, de una “naturaleza” que en tanto
que objeto actúa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sin objeto</i>; todo
fenómeno, lo animado e inanimado, el nacimiento, las catástrofes “naturales”,
el bien, el mal o la muerte son presencias, acontecimientos, revelaciones nunca
neutras ni indiferentes, son consecuencia de una relación <i style="mso-bidi-font-style: normal;">social</i> que no sólo implica al grupo, sino engloba al universo mismo
(cuando son rotas la transparencia, la permeabilidad, el orden cósmico
organizado por el intercambio simbólico, es porque justamente se ha entrometido
algo que corre el riesgo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">objetivarse</i>:
una opacidad, un nudo –éste es usado en magia negra- que obstruye el intercambio
y por tanto es peligroso). Mientras que para nosotros está fundamentalmente
fuera de nuestro alcance acceder a lo aural, al habla plena simbólica –salvo en
los inofensivos campos de lo “estético” o de la psicología, en particular la
infantil- ella permite a los salvajes entrar en intercambio con todos los
existentes, establecer alianzas, pactos de implicación en profundidad, de
inmersión “audiotáctil”, movimientos que permiten la penetración no sólo de lo
humano en el mundo, sino también la contrapartida simbólica: el animal
proporciona alimento a cambio de proteger su proliferación gracias al ritual,
pero igualmente tanto él como el resto de existentes (las plantas, los astros,
el trueno) son compañeros y protagonistas en los mitos, maestros, amantes; máscaras, pinturas, danzas, estrategias
de caza les introducen como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pares</i>
entre los hombres. Se trata siempre de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">movimiento
reversible</i>: se deviene animal, estrella o laurel en la misma medida que
éstos devienen simultáneamente humanos; tal es la regla de la ambivalencia
simbólica. Se ha dicho que los animales eran buenos para pensar; también
son buenos para entrar con ellos en intercambio, para emparentarse, para
aliarse, para enfrentárseles, para cambiar de forma, para aprender de sus
enseñanzas, para diferenciarse. <o:p></o:p></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">NOTAS:<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(1)</span>A la manera como
las entidades despliegan su propio espacio en el llamado "espacio
acústico" –McLuhan, Carpenter-; al igual<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que en éste, el espacio no es una dimensión preexistente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dentro</i>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">de</i> la que uno está.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(2)</span>Como Baudrillard
nos dice, “su concepto no surge sino en función de un orden de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">producción</i>” (Interc. Simb., págs.
265-266, n. 17). Por lo demás, los conceptos de “materia” o “cosa” no
pertenecen a “realidad” alguna: son conceptos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">idealistas</i>,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>creados por
el propio pensamiento idealista dominante; el materialismo los ha hecho suyos
acríticamente, incorporándolos como conceptos clave en su proyecto de traspasar
el velo de los signos a fin de “descubrir” lo “real” en su “pureza”; grave
error: sólo ha llevado a cabo la crítica de los contenidos del idealismo pero
el patrón, el código de disyunción, la forma estructural que los polariza, que
separa lo ideal y lo material, la mente y el cuerpo, el hombre y la naturaleza
queda intacto: gracias a ello el idealismo triunfa invirtiendo la jerarquía de
los términos –ahora es “materialista”, lo que no le afecta en nada- y logra
perpetuarse (de un modo algo irónico, pues lo ha conseguido gracias a los
creyentes “neoidealistas” en la materia bruta) manteniendo estratégicamente la
estructura de separación, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">es su principio de realidad</i>. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35.4pt;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(3)</span>Se <span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;">trata en definitiva de un
mundo sin residuo y desde luego sin residuos materiales, puesto que </span>toda materialidad desechada es “reabsorbida” por el
“medio” -la introducción del plástico y otras materias no degradables ha sido
uno de los cánceres que asesinan a las sociedades tradicionales, un resto
perenne que se amontona sin sentido, toda una novedad en culturas de
restricción y no acumulación-. Un residuo aún peor es el amontonamiento de
imágenes televisivas, de palabras y mensajes de los media, de la abstracción de
la identidad, derechos, obligaciones, etc. en que se les sumerge; todo eso, que
tampoco es intercambiable simbólicamente, se apila y satura a su alrededor como
otras tantas formas de basura mental, moral o como se le quiera llamar, y tiene
consecuencias en los recién creados cuerpos y mentes de los que ingresan en el
orden real. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(4)</span>El perspectivismo
(Viveiros de Castro) se aproxima a lo aural, pero en el último instante
lo mantiene impensado. Concepto de grandes posibilidades pero presa de sus
propios conceptos realistas, su movimiento se detiene en el momento en que
justamente permite pensar la cuestión de la ambivalencia, del intercambio
simbólico, de la permeabilidad, de la auralidad: jamás se pregunta por el
estatuto ontológico de los existentes y sus transformaciones; jamás se
interroga si el existente puede <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ser otro</i>
en él mismo, puesto que en última instancia todo se reduce a una topografía
conceptual cuyos cambios meramente posicionales provocan las diferentes “perspectivas”
que son más “efectos” que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cambios</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de ser</i>; de esta forma la hipótesis
permanece dentro de la clausura de nuestro orden de lo real.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 18pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(5)</span>Esta piel que
incluso “biológicamente” hablando no cierra nada en tanto que es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“porosa, agujereada, orificial, donde el
cuerpo no se acaba, y que sólo la metafísica establece como línea de
demarcación del cuerpo” es negada, ocultada metafísicamente “en provecho de una
segunda piel no porosa, sin exudación ni excreción, ni caliente ni fría (es
‘fresca’, es ‘tibia’: climatización óptima), sin granos ni asperezas (es
‘dulce’, es ‘aterciopelada’), sin espesor propio (la ‘transparencia de la
tez’), sobre todo, sin orificio (es ‘lisa’). Funcionalizada como un
revestimiento de celofán. Todas estas cualidades (frescura, suavidad,
transparencia), son cualidades de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">clausura</i>;
grado cero resultante de la denegación de los extremos ambivalentes”
(Baudrillard, Interc. Simb., págs.122-123). <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(6)</span>McLuhan precisamente escribió en La Aldea Global que el “espacio acústico” es “un lugar adecuado para el nacimiento
de las metamorfosis”. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(7)</span>Homóloga a la
yuxtaposición y no subordinación de las frases característica de la “oralidad
primaria” -ésta es parte de lo simbólico en tanto que disuelta en la totalidad
que es el habla plena-.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-list: Ignore;">(8)</span>A<span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;">ntes racista, hoy
humanista: en el pasado el animismo era muestra de inferioridad racial, hoy
sólamente de inferioridad cultural barnizada de relativismo.</span><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-left: 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"></span><o:p></o:p></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">BIBLIOGRAFIA:<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Baudrillard, Jean:
<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El intercambio
simbólico y la muerte; Monte Avila, Caracas, orig. 1976.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Cultura y
simulacro; Kairós, Barcelona, 1987, orig. 1978.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Contraseñas;
Anagrama, Barcelona, 2002, orig. 2000.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ong, Walter:<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Oralidad y
escritura. Tecnologías de la palabra, Fondo de Cultura Económica; México, D.
F., 1996, orig. 1982.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sodré, Muniz: <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">“La subversion
infime du symbolique”, en L’Herne: Baudrillard (núm. 84, textos bajo la
dirección de François L’Yvonnet); Éditions de l’Herne, París, 2004.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35.4pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35.4pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-4284823014277500562012-10-02T03:43:00.001-07:002012-11-20T03:08:11.749-08:00AURA O EL ECO DE LOS MUNDOS SALVAJES (I)<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span><span style="font-size: large;">El habla plena es la ontología desplegada por el
habla, el gesto y el movimiento humanos en tanto que formas fundamentales de
revelación de un mundo inmaterial, no productivo y no representativo,
organizado según reglas como la dualidad, la reversibilidad, la fecundidad o el
ciclo, y cuyo operador es el ritual. Es un fenómeno <em>social </em>y al mismo tiempo la forma de articular socialmente un mundo. Ella, en la que
en propiedad la voz, el gesto o el pensamiento como datos separados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no existen</i> y sólo aparecen como subproductos
históricos resultantes de su destrucción, ha sido la forma dominante en la
creación, organización y modo de vida de las configuraciones sociales pasadas y
todavía lo es en muchas de las actuales; sus diferentes universos han sido
creados y habitados merced a los poderes desplegados por la inconsútil mixtura
del gesto y la voz, por la praxis basada en la obligación dual que instaura el
intercambio simbólico, cuyas redes enhebran el mundo y constituyen su clausura:
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">el despliegue del tacto, la invocación,
el movimiento, la dualidad ineluctable que por definición se entabla en el
trato con los existentes -en definitiva la sensibilidad de un “cuerpo” y un
“habla” que jamás son medios ni están escindidos- revelan la totalidad de los
conocimientos, prácticas, saberes y experiencias necesarias para habitar el
mundo</i>. <em>Se trata siempre de cuerpos, hablas, gestos
y una sensibilidad socialmente generados, auralmente implicados,
inmaterialmente inmersos, ni objetiva ni subjetivamente mediados en el trato
del grupo consigo mismo y con el resto de existentes que forman el cosmos.</em>El mundo engendra el habla plena y a su vez, todo lo humano, sea "material" o "ideal", nace de ella.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span><span style="font-size: large;">Tanto parte como generadora, el habla plena despliega las
propiedades de una ontología y una fisicalidad tales que permiten la
permeabilidad física y ontológica de los existentes, un orden en el que
reverberan o transitan unos en otros como lo haría la transparencia resonante
de los seres en el mito. Destruida en provecho de la instauración de los
diferentes códigos de la “oralidad”, la “mente”, la “percepción”, el “cuerpo” y
tantos otros, para nosotros sólo ocupa un ámbito restringido de la praxis
humana reservado a redes de interacción de poco alcance y calado sociológico.
En efecto, desde el punto de vista occidental el habla (entendida únicamente
como “oralidad”, como dispositivo de la función-comunicación) y elementos
comúnmente asociados tales como el “sensorium” (concebido como dispositivo
biológico de los sentidos) o el gesto (visto como mero acto biomecánico) son
incapaces de crear la totalidad de un mundo, de una ontología y fisicalidad
particulares (1). Nos es tremendamente difícil pensar la fuerza que poseen cuando
en forma de habla plena constituyen la dominante de los mundos salvajes, ya que
en nuestra cultura han sido históricamente reducidos, naturalizados,
psicologizados, encerrados en la mónada individual, en la clausura
ontofenomenológica del sujeto materializado, aislado e idéntico a sí mismo,
toda vez que los centros de creación y control de mundo han sido desplazados a
otras instancias diferidas, racionalizadas, objetivadas: en definitiva son desterrados
a la periferia, concebidos como fenómenos no sociales pertenecientes al campo
de la “naturaleza humana” y por tanto confinados en el territorio de lo
“psicobiológico”, lo “psicosocial”; cuando consiguen un mejor estatuto, forman parte de alguna “teoría de la comunicación”; edulcorados, malviven encerrados en el mundo del arte y lo "estético". Sus
efectos no podrían ser nunca creadores de mundos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sabemos que no ocurre así en
aquellos regidos por el intercambio simbólico. En ellos aún reverbera el aura
que Benjamin añoraba en la obra de arte: ésta resuena hasta en el más pequeño
fragmento del salvaje universo.</span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;"></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;">(1) La "oralidad" como aquí se concibe -radicalizada y desbordada en el "habla plena", lo cual la convierte en algo más, en una ontología- ha sido abordada de muchas formas, aunque en mi opinión dos de ellas -aunque posiblemente tangenciales comparadas con las investigaciones tradicionales sobre el tema- son las más imaginativas (ambas, junto con los estudios más "tradicionales" resuenan en este post): los escritos de Marshall McLuhan y Edmund Carpenter acerca del "espacio acústico" y la distinción que Deleuze y Guattari establecen entre el "espacio liso" y el "espacio estriado". En mi opinión el potencial de tales conceptos no ha sido tenido en cuenta.</span> </span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">
</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-12013640323157466932012-05-23T02:45:00.000-07:002012-05-27T00:40:17.064-07:00REQUIEM POR LO REAL<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">Lo real es una construcción, una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">producción</i>: el efecto de compresión y expansión de lo que se <i style="mso-bidi-font-style: normal;">materializa</i>. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">materia</i> es la sustancia y el resultado de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">producción</i>. Se trata de concebir los existentes como agregados de materia
formados mediante la acción y manipulación -esto es, producción- de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fuerzas</i> que son “descubiertas”:
generadas en el mismo movimiento de materialización. De esta forma se construye
un mundo. Una vez éste consolida su estatuto ontológico, con el tiempo se puede
especular al infinito y transformar la naturaleza de los agregados, jugando con
ellos pasando de montones a estructuras, de estructuras a sistemas y relaciones,
de la acción y reacción al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">feedback</i>,
de la materia y la energía a los códigos, de lo newtoniano a los universos
einsteiniano y cuántico, en resumen de la producción a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reproducción</i> en un movimiento continuo. Producir realidad es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">trabajo</i> y todo trabaja para producir más
realidad: hoy su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">simulacro</i>, cuando la
brutal crisis en la que nos hallamos nos devuelve la angustia por lo necesario,
lo útil, lo concreto, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">valor de uso</i>
(la realidad sólo existe cuando tenemos problemas. Lo real es el reino de la
angustia. No es más que el reino de la necesidad en el que se nos encierra a la
mayoría. Pero más allá todo es posible). <o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div style="line-height: 150%;">
<span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Lo
real se constituye mediante la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fuerza</i>
y por la fuerza. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">energía</i> es el
producto de la aplicación de esa fuerza y se manifiesta de muchas formas (mecánica,
electromagnética, atómica, química; pero también aparece con la aplicación de
fuerzas sobre los sujetos. En ese caso también se le suele llamar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">poder</i>). “Energía” proviene del griego <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ergon</i>, “obra”, “resultado final”. Con la
adición del prefijo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en</i> su significado
pasó a ser “fuerza interna” y a estar en actividad desplegando esa fuerza, pero
también estar agitado, encendido: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">energoumenos</i>:
la creencia en lo real y la energía nos ha convertido a todos en unos energúmenos.
<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif";">La aplicación de la fuerza, de la presión y agregación generan
la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">densidad</i>, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">espesor</i>, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">masa</i> de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">entidades</i>: la clausura de un mundo
material genera <i style="mso-bidi-font-style: normal;">identidades</i>,
existentes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cerrados</i> que permanecen y
perseveran según esa identidad. Son reales. Son <i style="mso-bidi-font-style: normal;">objetivos</i>. En el pasado la fuerza era el despliegue de una
voluntad: del soberano, de los dioses, de los hombres, del mundo. Se
fundamentaba en la autoridad. En nuestra civilización la fuerza se considera un
fenómeno <i style="mso-bidi-font-style: normal;">objetivo</i> que se da en lo
existente en general, no depende de volición alguna sino que forma parte de la
constitución de los objetos y es por ello clave en la noción realista del universo.
Fuerza y realidad están vinculados; lo real <i style="mso-bidi-font-style: normal;">opone
resistencia</i>.</span></span><span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;"> <o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">La presión y la cristalización implican también la creación de
una sociedad y un orden de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">opresión</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">re-presión</i> sobre algo o alguien. Con el
advenimiento de lo real aparece <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lo social</i>
(y lo político) cuyo principio de realidad se basa en la dominación bajo el
peso de un nuevo régimen <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>represivo que
al mismo tiempo que se despliega <i style="mso-bidi-font-style: normal;">constituye</i>
el cuerpo social. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">El objetivo oculto de la producción es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">producir realidad</i>: ésta es la resultante de la instauración de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">modo –mejor: un mundo- de producción que</i>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">es a la vez un modo de vida</i>. La
compresión de lo humano bajo este orden genera el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sujeto</i> y las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">disciplinas</i>
adecuadas para mantenerlo contenido e <i style="mso-bidi-font-style: normal;">identificado</i>.
Como hemos dicho, la clausura de lo material genera <i style="mso-bidi-font-style: normal;">identidades objetivas</i>: El sujeto es a la vez un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">objeto</i>. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">La compresión, la contención y la clausura material permiten la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dimensionalidad</i>, que se expresa mediante
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">cifras</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Espacio</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tiempo</i>
mensurables son conquistas de la materialización. Ese espacio es siempre cerrado;
asimismo el tiempo va siempre de la mano de la compresión, y siempre es
limitado. El concepto de infinito es tan sólo un horizonte, posiblemente
aberrante –es decir, un efecto colateral anómalo- resultado de la contradicción
entre la cifra y la clausura por un lado y la verdadera naturaleza del mundo
por otro: insustancial, infinita, incalculable, ininteligible. En el fondo siempre
se trata de arrinconar esa verdad en un punto de fuga neblinoso e inalcanzable para
que funcione como coartada –prueba- de la existencia de lo real.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-size: large;">En tanto que modo de producción el orden real materializa
también el pensamiento. Lo real es también una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">escritura, una imagen</i>, una esfera de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cultura</i>, de lo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">inmaterial</i>,
de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ideas</i>: un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">modo de producción de significación</i> oculto -como su contrapartida “material”-
bajo los presupuestos metafísicos de un mundo objetivo anterior e independiente
de las formas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">representación</i> del
mismo. Hoy parece que lo escritural-visual (las pantallas, los lenguajes
informáticos, los códigos –como el genético- etc.) y su capacidad de ir más
allá de la producción simple mediante la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reproducción
por modelos</i> está consolidando su dominio definitivo en la dirección del
sistema.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="commentbody"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif";">Lo real tiene por vocación <i style="mso-bidi-font-style: normal;">expandirse</i>
(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Steigerung</i>: el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aufhebung</i> es sólo una modalidad primaria de lógica expansiva). En
una primera fase es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sistema explosivo</i>
en el que fuerzas, materia, energía e identidades se organizan al principio
como un sistema <em>termodinámico, </em>totalmente
distinto de otras formas de organización presentes y pasadas y se desenvuelve a
escala macroscópica. Lo microscópico avanza sólo tímidamente. Finalmente el
primero encuentra escollos en su movimiento: el sistema basado en la expansión
de la energía mediante la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fuerza de
trabajo</i> cuyo reflejo era un mundo en expansión se encuentra con la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tasa decreciente del rendimiento</i> (Marx),
fenómeno que se da en todos los niveles y también naturalmente en la producción
de bienes y de significación, al igual que la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">entropía</i> es la caída tendencial de la energía en el horizonte de
los sistemas termodinámicos. La saturación de realidad impone un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">movimiento implosivo</i>, como atestigua el
actual triunfo de las nanotecnologías, la microfísica o la microbiología, también la
globalización. Ambos dominios, el macro y el micro comienzan a violar las leyes
de identidad, no contradicción y tercero excluido. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Relativismo y desorden entrópico</i> actúan cada vez con más fuerza en
el mundo social y físico. Se produce la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">emergencia</i>
de un nuevo nivel de organización. Es heredero del anterior y se está
desplegando actualmente. A partir de ahora trataremos con otro orden que ya no
es exactamente el de la realidad, pero que vivimos y analizamos con las
herramientas inadecuadas del caduco orden real. </span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: large;">
</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-62693330542076838582012-04-19T01:15:00.003-07:002012-04-19T02:18:39.904-07:00EL HOMBRE LIBRO<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzEFG6N9PkWwFC2FzubnLJSGcQqSzXopB36Keeva1NL_aHktqLLNaF_l9WSuQms6MQOeqHeeyPa7ZNPhHZtnjLN7pDnK93BgIpgHrUTgDFrTiQI4pGo2tkubeKiwaFp99k2BhvjMCYknU/s1600/tattoo3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-large;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzEFG6N9PkWwFC2FzubnLJSGcQqSzXopB36Keeva1NL_aHktqLLNaF_l9WSuQms6MQOeqHeeyPa7ZNPhHZtnjLN7pDnK93BgIpgHrUTgDFrTiQI4pGo2tkubeKiwaFp99k2BhvjMCYknU/s320/tattoo3.jpg" width="240" /></span></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Soy el Hombre Libro. Mis vísceras, mis células, están todas escritas con versos del infinito en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bustrofedon</i>, que sin ruptura posible despliega los signos que forman la línea y su antagonista como hace en su movimiento la serpiente, animal de la sabiduría y la renovación pero también de la muerte y lo abyecto. <o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Así está escrita también mi alma. La cábala, los aforismos, el alfabeto fenicio, los Vedas, todos ellos labran lentamente las sinuosas circunvoluciones que forman el laberinto de mi cerebro; ¿no es éste el perfecto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">labyrinthos</i> puesto que no se puede dilucidar origen o final? <o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">En mi vientre se alojan los versos y líneas de la guerra; en mi corazón los silogismos de orgullo y valentía, de llanto y desesperación; en mis pulmones las palabras que alientan el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">neuma</i> en el movimiento perpetuo de mi respiración. Mis ojos reconocen leyendo el mundo lo que en las runas de mi memoria ya está escrito; ver es un reconocer, mas sé inventar nuevas grafías para lo que ante mí se revela como nuevo, pero adivino que incluso lo desconocido habita en párrafos y conceptos dispersos, escondidos en oscuras y abandonadas ruinas que permanecen crepusculares en rincones ocultos de mi ser… En mi alma habitan los anagramas que dispersan todo saber y conocimiento en mí y en mí lo resumen, todo mundo en un espacio que no es tal puesto que los límites no existen; cuando la carne es verbo y el verbo es carne ambos no conocen la contención pero tampoco el despliegue sin objeto: pues el acto de ser resumido no significa caución material, sino evanescencia de lo centrípeto en una anticlausura que se vierte imantada en un centro vacío, como las cataratas convergen y se desploman poderosas en el acantilado. <o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Estoy en todas partes, pero a diferencia de Dios, cuya ubicuidad le traiciona porque rige el todo desde su Mismidad (por lo tanto si está en todas partes tal vez no esté en ninguna) yo soy heterogéneo y me reencarno en las líneas que dibujan las espirales siempre ambivalentes de lo propio y lo extraño; neblinosas ascienden en el éter aquí y allí, dueñas del arte de la aparición y la simultánea evanescencia, siempre iguales, siempre distintas: diáspora disolutiva, no tautológica. Tal es mi fuerza.<o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Soy el Primer Caligrama, pues como he dicho soy carne de la palabra y la palabra es mi carne; ambos crean la forma como hace la mano que revela el icono como grafía. Las letras que me recorren me hacen hombre y no pantera o colibrí y por tanto los signos que me engendraron me hacen muy superior a la magia de la mandrágora, que no es más que un homúnculo degradado.<o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Genios hablaron de la archiescritura, de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">arjé</i> grafemático (tal vez cabalístico): <i style="mso-bidi-font-style: normal;">UrSchreiben</i>, tropa de tropos, legión de símbolos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ápeiron</i>, porque mi movimiento es sideral y eterno, pero aunque inefable es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">escribible</i>, y escrito está. Conozco el secreto de la vida, inscrito en lo más íntimo de mi ser; por eso llevo el nombre hebreo del hijo de YHWH, ADN que se pronuncia Adán o bien Adam para los judíos, el primer Nombre de Hombre pero también, anagramatizada, la primera palabra de la vida. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Hombre Libro que es el Libro del Hombre, Libro de lo Viviente que yo soy. Cada gesto, cada parpadeo, cada latido es una página siempre escrita, siempre rescatada de las aguas de Lethe, para quien todo es onda perdida en su superficie transparente, letras llevadas en cuencos de papiro a Mnemósine; las gotas caídas son pasto del Olvido y aun así el cálamo del Destino es el tirano guardián que procura que todo me sea devuelto en el limbo del sueño como enigmáticas notas a pie de página, eruditos apéndices, epílogos y ultílogos, inquietantes prólogos y prefacios, en borrones y erratas que atormentan, fascinan o abren nuevos capítulos, nuevas obras…<o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Yo soy todos los grafemas porque ellos son variantes de mí mismo como mis células nerviosas escriben en un destello los fonemas de lo eléctrico, los glóbulos dibujan los ideogramas de los elementos o las moléculas declinan el silabario ideal compuesto con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">abjad</i> que encierra en sí mismo cada átomo. Soy el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">haiku</i> único e irrepetible que en su poética concreción inclusiva capta el silencio y todo lo no escrito. Soy también el cero y el uno.<o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Ni suerte alguna hace que la muerte escape a la canción, saga, poema, estrofa o ciclo de escritos que en alquimia secreta con mi sangre están inscritos en cada átomo de mí mismo. Es curioso que muerte y suerte difieran en una sola letra; tal vez para recordarnos que la primera siempre está presente en aquellos momentos en los que todo está abierto al acontecer, como figura de renacimiento y abandono o pérdida de lo que ya se corrompe, contenido en palabras demasiado caducas cuya negra tinta ya palidece: no lo olvidemos, todo puede suceder, mas está siempre escrito de antemano en la potencia del concepto legible en el texto infinito que mora entre mi piel y mis huesos, y la potencia se nutre ineluctablemente de la sangre del órgano y su palpitante poema.<o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Todo lo creado forma el Gran Relato de lo codificado en la escritura, en el que todo lo que se lee es conocido pero cuyo conjunto siempre posee un significado mayor que todo lo supera: la tarea de las ciencias es escribir y desplegar interminablemente la Historia de lo que preexiste en los signos para combatir y derrotar, tal es su destino, a los infinitos libros que avaros se nos cierran y se desvanecen guardando el misterio del pasado, el ahora y el porvenir…<o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: x-large;">Yo soy el Hombre Libro. Tal es mi fuerza.<o:p></o:p></span></span></span></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><br />
</div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;"> </span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-64958319748092867652012-03-06T12:40:00.002-08:002013-02-11T05:16:19.806-08:00CRISIS DE LO REAL O LA REALIDAD DE LA CRISIS<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">“Entre
una hipótesis racional y otra delirante lo que verdaderamente motiva es escoger
la hipótesis delirante” </span></i><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">Jean
Baudrillard</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">Parecería
que la actual crisis representaría una vuelta a la cruda realidad, a un
escenario de gente real, valor real, principios reales después de una especie de
orgía o desenfreno de la pura cifra, de la especulación desenfrenada en todos
los ámbitos. La economía “real” sólo necesitaría reabsorber y/o eliminar como
fuera toda esa burbuja de insustancial información almacenada en archivos y
despejar las ficciones generadas por los espejismos de las pantallas y las hojas
de cálculo. Si lo real se ha definido alguna vez como lo racional, sólo habría
que reconducirlo hacia el redil de la racionalidad. Hasta ahora las crisis
virtuales se producían sin consecuencias en la economía “real”. En efecto
Baudrillard escribía en 1988 que la distorsión de la economía ficticia y la
economía real era “la que nos protege de una catástrofe real de las economías
productivas (…) una ronda orbital desenfrenada de los capitales que, cuando se
desmorona, no genera un desequilibrio sustancial en las economías reales (a
diferencia de la crisis de 1929, cuando la desconexión de la economía ficticia y
de la economía real estaba lejos de haber avanzado tanto y, por consiguiente, la
catástrofe de una repercutía sobre la otra), ya sea porque las economías reales
son ellas mismas tan flotantes que hoy absorben con mayor facilidad lo que no
podían absorber en 1929, ya sea porque la esfera de los capitales virtuales está
tan autonomizada y orbitalizada que, eventualmente, puede proliferar o devorarse
ella misma sin dejar huellas”. Sin embargo en nuestros días y por vez primera la
economía especulativa ha dejado de convivir con la economía real como una
galaxia paralela y de repente ha pasado a comportarse como lo han hecho los
media y las redes antes que ella: colonizando hasta las zonas más íntimas de
nuestras vidas. </span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">La
economía “virtual” ha adquirido tal dimensión que ha invadido a la economía real
y la está fagocitando. Aún no sabemos qué modelo va a resultar de esta
superposición y absorción forzadas pero lo seguro es que no vamos a volver a
“economía real” alguna. Lo económico y en particular la producción, su sector
más irreductible al cambio puesto que hunde sus raíces en<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Revoluci?n Industrial" w:st="on">la Revolución
Industrial</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>y la
explotación de la fuerza de trabajo sufren desde hace décadas una progresiva
pérdida de densidad que les hará correr el mismo destino que la estética y el
gusto en la indiferencia de la moda, los contenidos de la información en los
media o lo político en la desafección ciudadana: desanclaje, levedad,
prêt-à-porter, ready-made, relativismo. ¿Pero entonces, contemplada a la luz de
estos temas, la cuestión y la denominación de los productos financieros “basura”
no debería ser revisada? el sistema actual los conceptualiza como tales porque
todavía es incapaz de desenvolverse bien con una economía azarosa, que funciona
a un corto plazo tan inmediato que es de facto tiempo real, que es caótica,
“cuántica” (no debe extrañarnos este vocabulario; es sabido que la física
siempre proyecta en el universo la forma y el funcionamiento de lo social: ambos
aparecen resplandecientes en sus teorías e hipótesis y en estado mucho más puro
que si pretendemos descubrirlos en lo “social bruto”; por tanto si el cosmos
está siendo definido justo en los términos de los fenómenos que se están dando
actualmente en lo social podemos revertir libremente la analogía a su punto de
origen). De todos modos no tenemos la menor duda de que en poco tiempo el
sistema aprenderá a conciliar a su favor la velocidad browniana de los
intercambios con nuestras todavía demasiado lentas vidas, al igual que aumentará
la aceleración de su implacable lógica en espiral y la consiguiente
desustanciación del valor y de la existencia. A todo esto apunta el nuevo orden
cibernético, la “sociedad de control” o como queramos llamarle (Baudrillard: la
cibernética es la forma de organización que aparece cuando el sistema alcanza
una determinada velocidad). Y éste tal vez sea el paso previo a la emergencia de
ese estado cuántico del valor…</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">El
inmenso lastre numérico dejado por la deuda flotante, los capitales orbitales,
las nebulosas de cifras que como etéreos cúmulos circulaban más allá de
cualquier conversión referencial han desencadenado de repente una tormenta, una
climatología tan adversa (y como el clima tan impredecible en sus
manifestaciones) que amenaza con hacernos zozobrar a todos. Como las estrellas
gigantes que devoran a su gemela este desbordamiento virtual ha terminado por
ejercer tal fuerza de succión que lo real ha quedado desmantelado: ¿crisis? sí,
pero no real, sino de desrealización... Esta escasez de crédito, de trabajo,
este atasco de las exportaciones, de las ventas… ¿no es quizás el síntoma
definitivo de la transformación de nuestro mundo real -ese que existió con más o
menos fortuna durante los últimos cuatro siglos como efecto de los dispositivos
de producción y representación- en otra cosa? El abandono del patrón oro y el
consiguiente desanclaje referencial de los capitales flotantes han sido
acontecimientos paralelos a la transmutación del aparato tecnológico y mediático
en dispositivos de simulación de la existencia de los viejos referentes: las
masas, la opinión pública, el objeto científico... La crisis está destrozando la
producción “productiva” y eso no es mera casualidad: lo virtual, lo simulado,
todo aquello que ya no necesita de referencias, de realidad “de base” está
exterminando por asfixia, agotamiento y desustanciación a ese inmenso escenario
euclidiano en el que se enfrentaba y vinculaba a los hombres con una naturaleza,
una materia “prima” objetiva y bruta que había que transformar mediante procesos
dilapidadores de energías explosivas; nada que hacer hoy frente a la altísima
productividad de los sectores que no necesitan de los anteriores métodos de
explotación/explosión ni mucho menos de la fuerza de trabajo humana en tanto que
han pasado de lo mecánico, de la máquina y lo energético al control escritural y
telemático de la “producción” mediante los lenguajes informáticos, las matrices,
los modelos, las pantallas... Las posibilidades, los horizontes ya no son
lineales como antaño (lo que los limitaría entre dos puntos en una cadena simple
de procesos propia de un espacio perspectivo) sino que poco a poco son
imperceptiblemente dispuestos como un “espacio curvo” sin principio ni fin,
autorreferencial; paso a las combinaciones de código, a las industrias de la
reproducción. De ahí que con la actual crisis por desrealización la buena y
vieja producción se desvanece a ojos vista y los sectores productivos, sobre
todo los industriales, se parecen cada vez más al artista del hambre de Kafka,
anoréxicos y sin esperanza.</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">¿Y
el factor humano, demasiado humano? Frente a los que propugnan una humanización
del sistema nos tememos que de esta crisis no va a surgir una forma de
organización “más humana”, “más realista” en tanto que "concienciada” por mucho
que aquéllos se empeñen, pero por ejemplo tampoco vamos a vivir en distopías
como la de Huxley; hace ya tiempo que la civilidad basada en lo lúdico, el ocio
y el masaje psicológico ha ganado la partida a las disciplinas. Ante esta
imposibilidad de anclar lo económico en realidad alguna entramos nosotros
también en este nuevo territorio especulativo, azaroso y parecido a una
meteorología: es cuando los reflejos mentales de los individuos y grupos
adquieren el mayor peso; rumorología, incertidumbre, instalación en un estado de
pánico crónico: se dice que la crisis es en última instancia un problema de
confianza. Terminología psicologista que combina muy bien con la imposibilidad
de establecer cualquier criterio “objetivo”; nadie confía en el otro y en
general no hay confianza alguna en el sistema. Cada uno para sí y Dios contra
todos. Los políticos apelan a las masas, las masas a los políticos. La
responsabilidad circula como los capitales flotantes, como los indecidibles
epistemológicos de la microfísica. Los estados a su vez delegan en las
organizaciones supranacionales, que se perfilan como las aliadas involuntarias
del dominio de las grandes corporaciones (bio)químicas, farmacéuticas,
mediáticas, financieras, etc. Y todo funcionando a una velocidad de conexión tal
que lo social se convierte en una postmáquina blanda, fluida y flexible. Y con
la conexión perdemos realidad una vez más: agonía de una socialidad que vivió
bien temperada gracias a la existencia de un espacio y un tiempo lentos en los
que lo público, la reflexión y la responsabilidad eran las modalidades de
funcionamiento. Hoy nadie es inocente pero nadie es responsable: de hecho somos
todos unos irresponsables, nadie responde de nada ni a nada.</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">Postdata:</span><span style="background-color: white; color: black;"><br /></span><span style="background-color: white; color: #333333;"><span style="font-size: large;">Leo
en </span><a href="mhtml:file://C:\Users\Susana\Desktop\ALBERTO VALERO DIARIOS DE LA IMPLOSIÓN.mht!x-usc:http://www.marketingdirecto.com/actualidad/agencias/shackleton-lanza-la-campana-de-la-opv-de-loterias-la-mas-grande-de-la-historia/" target="_blank"><span style="color: #3b5998; font-size: large;">http://www.marketingdirecto.com/actualidad/agencias/shackleton-lanza-la-campana-de-la-opv-de-loterias-la-mas-grande-de-la-historia/</span></a><span style="font-size: large;"> que
Loterías y Apuestas del Estado (LAE) pone el 30 % de su capital en bolsa;
reproduzco aquí las frases más significativas del texto que presenta la campaña
de marketing y promoción: </span></span><span style="background-color: white; color: black;"><br /></span><span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">“Destacar
la condición de excepción al contexto de LAE y su negocio, apoyándonos en sus
atributos incuestionables de confianza, rentabilidad y estabilidad, en cualquier
contexto económico y a lo largo de 250 años de trayectoria. Convertir ‘los
sueños de la gente’, causa principal del éxito perpetuo del negocio de LAE, en
el eje de la campaña. En '<st1:personname productid="La Plaza" w:st="on">La
Plaza</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>de los Sueños',
espacio diseñado para la ocasión, situado en<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="La Plaza" w:st="on">la Plaza</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>de
Callao en Madrid, los visitantes van a encontrar tres esferas gigantes que se
iluminarán al atardecer y que servirán de contenedor para los sueños que todo el
que quiera podrá escribir en unas tarjetas que se distribuirán allí mismo. Los
sueños de la gente se proyectarán en las esferas y las tarjetas en las que
fueron escritos, junto a las recolectadas en los buzones instalados en los más
de 10.000 puntos de venta de Loterías distribuidos por toda España serán
recicladas para fabricar, con su papel, los décimos de Loterías del próximo año.
Así, esta es la primera vez en la historia en la que Loterías y Apuestas del
Estado utiliza papel reciclado para la elaboración de sus billetes. Los décimos,
no sólo harán realidad miles de sueños, sino que estarán ya fabricados con los
sueños de la gente (www.labolsadesueños.es). Un sitio web peculiar que, emulando
a ‘los mercados’, muestra en tiempo real la cotización, pero no de las acciones
de las empresas, sino de los sueños de la gente. La cotización de cada sueño
sube o baja en función a cuantos 'inversores' se suscriben a dicho ‘valor’,
ofreciendo un nuevo significado al término ‘trading’”. </span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm 0cm 13.5pt;">
<span style="background-color: white; color: black;"><br /></span><span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">El
caso de Loterías y Apuestas del Estado ejemplifica mejor que cualquier otro caso
nuestra situación actual: ¿quién mejor que LAE, que basa su existencia en un
juego de azar -el más puro- para ilustrar la desustanciación de las empresas
como instituciones de producción y generación de “social”? ¿Qué mejor
constelación poética que<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Loter■a" w:st="on">la Lotería</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>saque sus acciones a bolsa, ese agujero
negro de la desrealización de lo económico en favor del puro juego de la
especulación? ¿Qué mejor muestra de la fuerza invasiva de lo cibernético y del
valor a todos los niveles que el reciclaje ecológico del papel donde los
incautos escriben sus sueños? Ya sabemos que el residuo también es valor (pero
entonces sus ilusiones, deseos y esperanzas son también reciclados en el
proceso, por lo que son también considerados residuos) ¿Qué mejor ejemplo de
irrealidad e insustancialidad de lo económico actual que tal muestra de cinismo:
montar una parodia de “realización” de los sueños en los que éstos (tomados
totalmente a pitorreo) son tratados como “activos”? Y como corolario ¿qué mejor
ilustración de obscenidad, de atroz destrucción y banalización de lo humano que
hacer que los sueños coticen en bolsa y asimismo en la “de broma”, la creada
específicamente por esos buhoneros? </span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">Shakespeare
dijo que estamos hechos de la sustancia de los sueños. </span><span style="background-color: white; color: black;"><br /></span><span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">Hoy
la sustancia de los sueños es el dinero: por tanto estamos hechos de la
sustancia del dinero. Tan espectrales, virtuales, especulativos, sin peso, sin
referente, sin referencias, hoy, como él mismo.</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: large;">(Aclaración:
parece ser que la operación bursátil no se ha llevado a cabo. No importa. Las
connivencias de los implicados han salido claramente a la luz...).</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"></span><br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-81729513922179718802012-03-06T12:38:00.000-08:002012-03-06T12:40:11.440-08:00EL PODER, LA DEUDA Y LA CRISIS<h3 style="margin: 9pt 0cm 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; font-size: 15px; font-weight: normal;">“La banca. EL problema, pienso, no es la banca, la banca
es UN problema. EL problema es la deuda: toda la deuda: la corporativa, la de
las familias ‘la de los bancos’, la de los ayuntamientos, … Piénsenlo: en el
fondo arreglar la situación en la que se hallan las entidades financieras no es
excesivamente complicado, pero arreglar el problema de la deuda …”</span></h3>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="background-color: white; color: black; font-size: 11.5pt;">Santiago
Niño Becerra</span></span><span style="background-color: white; color: black; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: black; font-size: 11.5pt;"><a href="mhtml:file://C:\Users\Susana\Desktop\ALBERTO VALERO DIARIOS DE LA IMPLOSIÓN.mht!x-usc:http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/lehman_dexia_banca_rota_s.a"><span style="color: #251ea9; text-decoration: none;">http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/lehman_dexia_banca_rota_s.a</span></a><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: black; font-size: 11.5pt;">Decía
Baudrillard que el poder es la capacidad de dar que uno tiene sin que le sea
devuelto, sin que le pueda ser devuelto (Ver El intercambio simbólico y la
muerte).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: black; font-size: 11.5pt;">Ahí
reside vuestro poder: en que el otro queda, en el orden de lo simbólico,
enredado en la deuda. El poder se funda originariamente en daros la vida, en no
sacrificaros inmediatamente y condenaros a la muerte lenta del trabajo y del
consumo (el poder en lo real se inicia pues con el alejamiento de lo
sacrificial, de lo sagrado). El don de la vida sólo puede serle devuelto al
sistema con el contradon de la misma, es decir, a través de la muerte, de
ponerla en juego, cosa que le horroriza, como a la inmensa mayoría de nosotros.
Sobre el don de la vida el sistema edifica todo un entramado de equivalencias
ficticias, de dones y contradones (trabajo por salario, dinero por bienes,
etc.). Pero es él quien siempre da más. Disuasión por anticipación de toda
respuesta o resistencia por saturación de una "oferta" que cubre todos los
órdenes de lo social y de la vida. Fin del panóptico (Foucault): ya no es
necesaria una mirada central que barre todo el campo con su Ojo Divino. Ahora
tenemos la televisión y las pantallas que nos miran, los hipermercados y la
publicidad que nos testan incesantemente en tanto que terminales siempre
conectadas (1).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: black; font-size: 11.5pt;">He
leído en la cita de Santiago Niño que el problema principal de esta crisis
sistémica, como él la llama (acertadamente) es el de la deuda. En el momento
paroxístico del movimiento, justo antes de la crisis, la deuda triunfa saturando
todo el sistema, el don unilateral del poder a todos los niveles se hace tan
insoportable que llega también a serlo para sí mismo, el peso de lo que da es
tan inmenso que paradójicamente tiene lugar el inusitado colapso en el momento
de mayor esplendor de lo real y lo virtual (que es lógicamente el de mayor
exclusión de lo simbólico). En el momento del clímax el sistema entra en
éxtasis, ha triunfado por completo: pero de repente se hace evidente que la masa
del principio de deuda ha asfixiado cualquier posibilidad simbólica de retorno o
de un mínimo juego de equivalencias; nada puede ser devuelto. El Poder es el
único Astro, el único Gigante Rojo que aplasta todo flujo, todo movimiento, toda
diversidad, toda singularidad, etc. y se “realiza” en lo Absoluto. Y ese éxito
es automáticamente su propia sentencia de muerte. Ya no puede recibir nada. La
monstruosa "realización" de <st1:personname productid="la Deuda" w:st="on">la
Deuda</st1:personname> destruye la realidad del Poder y se precipita la
crisis.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: black; font-size: 11.5pt;">Evidentemente
esta agonía del poder va a ser transitoria. El poder del sistema se refundará en
lo simbólico sobre sus propias cenizas: las únicas revoluciones son las del
sistema, el sistema es el único revolucionario exitoso. Pero en el proceso ya no
se reconoce a sí mismo. Es ahí donde la implosión y la fagocitación por lo
virtual tiran de él.<o:p></o:p></span><br />
<span style="background-color: white; color: black; font-size: xx-small;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; line-height: 24px;"><br /></span></span><br />
<span style="background-color: white; color: black; font-size: xx-small;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; line-height: 24px;"><br /></span></span><br />
<span style="background-color: white; color: black;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; line-height: 24px;">(1) Aún hay
más; estamos en </span><st1:personname productid="LA REALIDAD INTEGRAL" style="color: #333333; line-height: 24px;" w:st="on">la Realidad Integral
(Baudrillard)</st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; line-height: 24px;">: el registro y digitalización de la realidad para
sustituirla por imágenes y simulacros. El mapa recubre todo el territorio y éste
se desvanece como un sueño que tal vez existió. Todo lo que fue la realidad es
registrado, todo tiene que ser traducido a ceros y unos y museificado,
archivado, miniaturizado. Y pronto tendremos spam en nuestros sueños. El sistema
formado por redes, rizoma, flujos, permite una aceleración y una velocidad tales
que tenemos que estar conectados, fin de la dialéctica, bienvenidos la conexión
y el feedback. Fin del espacio polar cuya distancia permitía la reflexión.
Conectividad: aparecen las prótesis (implantes de tecnologías visuales y
sonoras, pero también la forma "referendum/test" -"me gusta"/"no me gusta",
"teclee aquí o allá", etc.-). El código genético es la definición del ser. Todo
ocurre además como un juego, todo es lúdico, táctil, "aprieta el botón".
Hipertexto, interactividad, interfaces intuitivas; el rizoma deleuziano es hoy
el del sistema y su laberinto. Muerte de los discursos, de los relatos, de los
referenciales: "pesan" demasiados bits, demasiados píxeles. Fin del espacio, de
la distancia, fin del tiempo, de lo que difiere: bienvenidos a la instantaneidad
del "tiempo real". El medio es el mensaje (McLuhan), todo contenido es absorbido
por su forma. Fin de la singularidad, triunfo de la reproductibilidad
indefinida, del clonaje. Fin del original. Triunfo de la "forma moda": todo es
un sistema de signos declinado al infinito conmutando la más ínfima
diferenciación marginal, todo son "diferencias", fin de lo bello y lo feo, de lo
bueno y lo malo, de los polos que establecían espacios de reflexión y discursos,
todo vale; es </span><st1:personname productid="la Ley Estructural" style="color: #333333; line-height: 24px;" w:st="on">la Ley
Estructural</st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; line-height: 24px;"> del Valor. </span></span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-47853696964637832122012-03-06T12:36:00.000-08:002012-03-06T12:36:57.279-08:00LA NUEVA PANGEAInteresante enlace que me ha impulsado a divagar sobre estas
cuestiones:<br />
<br /><a href="mhtml:file://C:\Users\Susana\Desktop\ALBERTO VALERO DIARIOS DE LA IMPLOSIÓN.mht!x-usc:http://www.semana.com/estados-unidos/busca-isla-basura/126820-3.aspx">http://www.semana.com/estados-unidos/busca-isla-basura/126820-3.aspx</a><br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><span style="background-color: white; color: #333333;">Si
no hace mucho se habló de la basura espacial cayendo en forma de pedazos de
satélite hay que recordar ahora la existencia de esta isla de residuos (así como
la que se halla en el Atlántico Norte) para continuar en forma de
pensamientos-basura la silenciosa deriva de las mismas en los mares: creo
sinceramente que es una tarea que no vale la pena, razón por la cual me parece
una empresa atractiva.</span></span><span style="color: #333333;"><br /><span class="apple-style-span"><span style="background-color: white;">A
través de los excrementos, el humus, los fenómenos físicos y todo tipo de restos
orgánicos e inorgánicos el universo sigue su imparable expansión y proliferación
polimorfa a escala cósmica y microfísica, tal como Bataille anunció en su Ley de
<st1:personname productid="la Economía General." w:st="on">la Economía
General.</st1:personname> A este movimiento descrito en La parte maldita hay que
añadir el invento por nuestra especie de la basura no biodegradable: tal vez la
primera conquista –de momento- en el camino lleno de peripecias que
ineluctablemente llevará a la hibridación entre el mundo salido del Big Bang y
el de las cosas. Prueba del excepcional estado de salud de este tipo de formas
"residuales" es que se hallan aún en un proceso expansivo, de explosión frente a
la implosión de lo real en lo virtual: El único peligro para estos
“macroobjetos” insulares es el reciclaje, que las incluiría en la gestión bien
temperada de un mundo rizomático y digital. Estas extensiones que navegan a la
deriva como geografías ignotas ilocalizables por satélites o radares recuerdan a
esos buques fantasma de las leyendas de los marinos, sólo que transformados en
una masa blanda y espectral más propia de nuestros tiempos: geometría y
geografía variables sin fricción con base alguna –aunque las placas tectónicas
terrestres se mueven a la deriva estos simulacros continentales flotan mucho más
ligeros y cambiantes, falsando la geología y superándola en estas nuevas formas
de lo georesidual que tal vez un día, unidas, constituyan <st1:personname productid="la Nueva Pangea." w:st="on"><st1:personname productid="la Nueva" w:st="on">la Nueva</st1:personname> Pangea.</st1:personname> Estas Terras
Incognitas muestran cómo es posible recolonizar el planeta en una fase en la que
lo orgánico y lo inorgánico aparecidos “naturalmente” deberán convivir con los
simulacros creados por los humanos. ¿Por qué no? Como dijo Werner Herzog la
evolución es tan sólo una cadena de desapariciones, y sus límites son
inescrutables si sabemos pensar más allá de las débiles murallas de los
paradigmas basados en el azar y la necesidad.</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="background-color: white;"> </span></span><br />-<span class="apple-style-span"><span style="background-color: white;">El
residuo de <st1:personname productid="la Ilusión" w:st="on">la
Ilusión</st1:personname>, actualizado en los incontables ciclos del intercambio
simbólico del mundo y los hombres dio a luz el nuevo universo de lo real y lo
social; <o:p></o:p></span></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><span style="background-color: white; color: #333333;">-Con
el tiempo la trayectoria de lo real llega a un punto límite, en su propio
movimiento se convierte en su propio residuo y se bifurca: por un lado
proliferan e implosionan todas las formas excremenciales (1) moleculares y
capilares del poder, el saber, lo económico o lo social; por otro aparece algo
¿nuevo?: el residuo del residuo, el resto del resto que prosigue su expansión
indefinida y tal vez infinita entre nosotros, en el globo y probablemente en el
universo: sólo puede hacer otra cosa que acumularse (de la misma forma que
hablamos de videosfera, de logosfera, mediasfera, etc. como si fueran
continentes o mundos, podemos usar neologismos similares para hablar de estos
nuevos territorios -¿residuosfera?- que son la realización en <st1:personname productid="la Tierra" w:st="on">la Tierra</st1:personname> del océano pensante
de Solaris, que materializaba lo impensado, lo impensable, los residuos de las
mentes; aquí se trata de nuestra mente social y sus residuos). ¿”Sopa
primigenia” de nuevas quimeras? ¿Plasma de nuevas formas de “vida”, neoplancton
surgido de las entrañas viscosas y ubuescas de lo real? (recordemos que las
fronteras entre lo vivo y lo no vivo están cada vez menos
claras).</span></span><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background-color: white; color: #333333;">Lo
georesidual y lo geovirtual van pues de la mano, el primero se expande de forma
centrífuga, el otro implosiona centrípetamente, ambos a través de múltiples
focos de irradiación y absorción. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background-color: white; color: #333333;">Dejemos,
para acabar, que nuestra falta de liquidez vital –de la que la actual crisis es
también muestra- engendre nuevos monstruos plasmáticos inesperados, simulacros
que en estado semilíquido floten en el plasma de las redes y la superficie de
los inmensos océanos…</span></span><br />
<span class="apple-converted-space"><span style="background-color: white; color: #333333;"><br /></span></span><br />
<span class="apple-converted-space"><span style="background-color: white; color: #333333;"><br /></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #333333;">(1) Ver Las Estrategias fatales,
de Jean Baudrillard</span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-72088134095716359872012-03-06T12:34:00.002-08:002012-03-06T12:34:38.915-08:00LA MUSICA CONTRA LA LETRA MUERTA<div style="margin: 0cm;">
La vida es revelación. <o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
La música también: abre
mundo. <o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
La realidad es más que el Orden real; incluye a éste y
la música es un modo de revelar esa realidad. <o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
1) La verdadera “poesía” como experiencia profunda del
mundo se desencadena cuando lo que se muestra como un relámpago es esa realidad
en su no-clausura, fenómeno que siempre es vivido como “misterio” puesto que no
es inteligible ni nombrable. Ese “no-real objetivo” irrumpe, permea y disuelve
nuestro mundo de certezas y positividades, entre las que se halla el sujeto de
lo real. Y esa experiencia en profundidad es paradójica: <i>me ausento de lo
real y soy simultáneamente consciente de esa ausencia, para perderme en
ella</i>. Es una condición básica. Si no se da esta conciencia evanescente, si
no busco conscientemente la <em>pérdida</em> estoy perdido pero esta vez
realmente: en la banalidad de lo real. Debe haber conciencia, pero subordinada
al no-saber de la pérdida, de la disolución. Una vez se ha realizado el
(des)aprendizaje de la búsqueda de revelación no se puede volver atrás (en la
escucha, la ejecución con el instrumento, la comprensión de lo que se está
escuchando): todo lo que se “aprende” -escuchar, tocar y sobre todo sentir- se
interioriza de tal forma que ya no puede ser ignorado; es un nuevo nivel de
sabiduría.<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
A mayor complejidad y densidad
musical mayor revelación; ésta aumenta cuanto más lastre podemos soltar: a más
resonancias mayor percepción en la estrellada noche del no-saber, en la que
poseeremos la felinidad de los espíritus libres. Por lo tanto búsqueda de
densidad, inmersión y profundidad; despliegue de ecos, invocaciones, saturación,
paleta sonora, fibras del ser (“sonora” es una palabra tramposa, reveladora del
fetichismo materialista fisicalista y de la superstición de lo real que sustenta
nuestra cultura: el “sonido” es el concepto con el que podemos encerrar la
música en un compartimento estanco y manipularlo, a la vez que la convertimos en
un valor más). <o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
2) La música como el habla es
irreductible, inaprehensible, escapa a cualquier definición clausuradora puesto
que es evanescencia: desaparece justamente mientras cobra existencia y nos
volatiliza en su movimiento cuando implosionamos en ella. Por tanto debe ser un
metalenguaje que integre y disuelva el orden real en el gran mundo
desobjetivándolo, envolviéndolo como las nubes envuelven una montaña y la
erosionan a través de las lluvias y los hielos, penetrando en ella para darle
forma y a la vez desmaterializarla, proceso que a pesar de ser imperceptible
ocurre... Debe ser un metafenómeno que haga implosionar las certezas del orden
real y las desborde en las peripecias de una realidad
radical.<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Esa insustancialización o
desmaterialización se dará en mayor o menor grado según los recursos
semiológicos que usemos con el fin de desbordarlos: los signos son la cárcel de
los contenidos y por tanto deben ser violentados. Contracción extrema, océano,
inmersión: máxima concentración de “matices”, negación del espacio separado y
separador, apertura de lo simbólico (totalización inmanente e insensata que
evoluciona según un ritmo ineluctable) metonimización y metaforización
-proximidad del mundo, contigüidad de los tonos cercana a la indiferenciación-:
los acordes que presentan menor diferencia tonal en sus notas son por sinestesia
mental <i>el equivalente a la contigüidad analógica de la metáfora en el
lenguaje</i> (los tropos son los poderes sagrados del habla plena del mundo
convertidos en "recursos estilísticos"); ruptura de la identidad clara y
distinta de la armonía mediante la mezcla de efectos que alteran el sonido
perturbándolo e indiferenciando su pureza platónica, disolución de la separación
de los modos... Así Paul Zumthor comenta del blues que éste transmite su
“tristeza” con las “notas azules” “<i>entre mayor y menor, equívocas</i>”. Esta
referencia es interesante, mas algo anacrónica: se basa en el muy estandarizado
blues (por otra parte los estilos también tienen que ser desbordados). ¿Qué
diríamos entonces del hechizo de esas armonías y frases mágicas, implosivas,
intermedias, inclasificables, de esos pasajes alegremente melancólicos,
deprimentemente triunfales, bellamente terribles, intimistas y a la vez
saturados de exterioridad, de mundo, que han revelado posteriormente tantos
músicos?<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Sólo así se siente la
alteridad.<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
3) Interiorizar una canción es
“cantar”, “tararear”: un acto de decodificación de letra y melodía. Decodificar
es también recitar la tabla de multiplicar, si bien en el primer caso el proceso
tiene algo más de juego, de iniciar y acabar algo que tiene cierto aire de
vivencia y simultáneamente del desciframiento que proporciona el placer de
desvelar una trama inexorablemente ligada. Pero la decodificación no es más que
la puesta en acción de un mecanismo. Tiene algo de un “dejarse llevar” pero no
es un disolverse, un perderse a uno mismo que es lo que permite la revelación,
la sensibilidad de estar en inteligencia, en complicidad con un mundo que nos
responde, que entra en el juego, que no es inerte ni silencioso. Nunca puede
compararse la simple decodificación con la revelación. Grado ínfimo de plenitud,
grado mísero de la vivencia, banal lectura de unas rimas que llevarse a la boca,
ese no es nuestro techo, es el de la tradición y hoy el de la industria.
Economía política de la música, como existe una economía política del
habla.<o:p></o:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<u1:p></u1:p>Lo esencial aquí es
que de alguna manera como dice Baudrillard estamos hablando de “juegos de
sociedad”; la mala música es muy similar, como lo son también “la mala poesía,
la alegoría, o la música ‘figurativa’” -como lo es la música estandarizada-.
Tales formas “remiten demasiado fácilmente a lo que ‘significan’, o no hacen más
que metaforizarlo en otros términos” -como la canción se agota demasiado
fácilmente en la literalidad del texto que encorseta toda posible disolución,
como se agota en la positividad de los acordes cartesianos, académicos, en las
reiteradas y reiterativas construcciones y escalas-: “así son las charadas, las
adivinanzas o los trabalenguas, donde todo se acaba con el descubrimiento de la
palabra clave”. Así es la inmensa mayoría de canciones con su “clave” que es el
texto y sus previsibles y mínimos juegos melódicos, rítmicos o armónicos. “Pero
este placer no tiene nada que ver con el gozo poético que es radical en una
forma absolutamente diferente”; el disfrute “<i>es infinito en el texto
poético</i>, porque ninguna cifra es aquí reencontrable, ningún desciframiento
posible, nunca un significado que ponga fin al ciclo … la clave está
definitivamente perdida … nada se descubre allí, nada se expresa ni nada se
transparenta … Lo poético destruye todo pasaje hacia un límite final, toda
referencia, toda clave. Disuelve <i>el anatema</i>, la ley que pesa sobre el
lenguaje”, sobre todo “lenguaje”: por lo tanto también sobre la música. La
revelación restituye el misterio de la alteridad del
mundo.<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
4) El texto es
el <i>discurso</i> que se cierne sobre la apertura infinita que la música es
capaz de operar y la restringe, la extermina. Fin de la apertura del mundo, de
la alteridad y grave error de desconocimiento. La música es apertura del ser:
por eso cuanto menos predominio del texto tanto mejor (lo que implica también el
paso a un segundo plano del “cantante” y su “voz”. El sujeto cartesiano debe
consumirse en el vértigo centrípeto de la densidad sonora). Vale para esta
música tiranizada por los textos -y por el tratamiento de ella misma como
"texto"- lo que escribía Artaud para el teatro: “un teatro que subordine al
texto la puesta en escena y la realización es un teatro de idiotas, de locos, de
invertidos, de gramáticos, de tenderos, de antipoetas, de
positivistas”. <o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Cerrar textualmente una música
siempre es empobrecerla, la inserta en la estrechez del lenguaje, clausura su
sentido en el significado del texto y del repertorio de acordes fijados. Pasa a
ser dependiente de una inscripción y como ella es materia muerta. No rompe el
“estado fragmentario del hombre” del que habla Bataille, homólogo al acto de
elección de un objeto que mediante ese gesto excluye inevitablemente a todos los
demás -por tanto también de toda otra posibilidad- lo que tiene por consecuencia
nuestra propia objetivación en lo real. Estado de fragmentación que en música
ocurre con la imposición del tema, de la forma, de la inevitable literalidad de
la letra, del lenguaje: elegimos el texto reduciendo lo innombrable fijándolo a
su sentido; todos los matices de la expresión quedan enmudecidos o canalizados
por una sola idea: es entonces cuando la música pierde su capacidad de
totalización y permanece en ese campo hecho de exclusiones al que completamente
ignorantes de otras posibilidades llamamos realidad, no salimos de ahí. Uno no
puede objetivarse en algo y “ser” plenamente perdiéndose. Nunca se va al límite.
Se vive en la supersticiosa calidez de las certezas: cada cosa en su lugar. Por
tanto para esa cándida música toda canción debe tener un “mensaje”, un “do” debe
ser un “do”. <o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Ante la mera decodificación
podemos aplicar el razonamiento baudrillardiano sobre la banalización que la
lingüística como "ciencia positiva" ha operado sobre el lenguaje: en lo poético
“se puede plantear la hipótesis de que el gozo es en función directa de esa
disolución de toda referencia positiva. El gozo es mínimo allí donde el
significado se produce inmediatamente como valor: en el discurso ‘normal’ de la
comunicación; palabra lineal y estacionaria, que se agota en la
descodificación”, economía política de la palabra y la música. Melodía estándar,
acompañamiento con los acordes de repertorio, voz y letra -el Sujeto-
vectorizando el conjunto y fijando el sentido: la literalidad de una mala
poesía. Pues ésta no es hacer metáforas hermosas, no es sólo hablar de lo mala o
bella que es la vida… Es saber conmover disolviendo, más allá del sentido de las
propias palabras. Sobra verborrea. Cada palabra debe ser un sol negro que imante
el mundo. Minimalismo del sentido, máxima apertura. Es un nivel más profundo que
incluye el silencio y puede rozar el delirio. En una música con "aura" el placer
no pertenece al orden del lenguaje: por eso decimos que
es <i>inenarrable</i>,<i> inefable</i>, que "nos quedamos sin palabras"; nos
inundamos y sumergimos en el no-saber, y ese placer (alegría, gozo, plenitud,
tristeza, depresión, erotismo, melancolía, violencia...) es directamente
proporcional al grado de revelación que la música es capaz de actualizar, al
grado en que puede conmover los límites en los que está encerrado el sujeto. En
el nivel banal tanto la música como la letra son decodificados como un juego de
baja intensidad, un pequeño desciframiento, un pequeño momento lúdico, con lo
que el misterio es entonces mínimo; ahí en esa mala música, todo está muy claro
y distinto, cartesiana y positivamente diáfano, diferenciado, bien temperado.
Dos y dos son cuatro.<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Hay acordes que quieren contener
el mundo entero, armonías implosivas que hacen acto de resonancia totalizadora.
Es cuando el universo se devuelve a su estado de totalidad insensata: hacer esto
no implica afirmar una nueva verdad, pues la totalidad insensata no positiviza
nada ni forma sistema o polaridad alguna, ni con la verdad ni con lo que ésta
excluye. La totalidad insensata hace resplandecer el enigma y la inclusión de lo
verdadero y lo falso –y de todos los conceptos- en su implosión y
aniquilación.<o:p></o:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<u1:p></u1:p>Y esto vale tanto
para la música como para la teoría, como para el conjunto de la
vida.<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Esta música y este pensamiento del
que hablamos es el que debemos preservar a toda costa. Pues ambos permiten
abolir la separación de las objetividades que constituyen nuestro mundo y forma
de vida; es lo único que puede llevar, como dice Bataille al “hombre completo”:
aquél que ha abolido toda instanciación, toda objetividad en favor de una
permeabilidad en la que ya nada está separado. La música debe ayudarle en la
búsqueda de esa posibilidad; debe ser como el pensamiento según Baudrillard: “un
agente provocador, que gestiona la ilusión por la ilusión … Tal vez sea
necesario aceptar dos niveles de pensamiento: un pensamiento causal y racional
... <i>y otro nivel de pensamiento, mucho más radical, que formaría parte de un
destino secreto del mundo, del que sería una especie de estrategia
fatal</i>”. <o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Un
pensamiento <i>perdido</i>…<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
Hay también una música para ese
nivel, sólo hay que buscar el camino: sabremos que estamos en él cuando, tras
nuestros pasos, nuestras huellas vayan borrándose una a
una…<o:p></o:p><u1:p></u1:p></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.5pt;">Antonin Artaud: </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;">El
teatro y su doble</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.5pt;">Georges Bataille:</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;">Sobre Nietzsche. Voluntad de suerte</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.5pt;">Jean Baudrillard: </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;">El
intercambio simbólico y la muerte</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<u1:p></u1:p>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;">Contraseñas</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<u1:p></u1:p>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.5pt;">Paul Zumthor:</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;">Introduction à la poésie orale</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<u1:p></u1:p>
<br />
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-14891655979888674212012-03-06T12:33:00.002-08:002012-03-06T12:33:30.994-08:00LHOTSEProfunda, insoportable, tremenda nostalgia. Nostalgia de esa luz, esa luz
gloriosa y esa soledad plena de riqueza, de hambre de mundo y aura y blanco, una
alegría inmensa y tranquila –el mundo, el gran mundo es tranquilo, sereno, hasta
en sus catástrofes-: la mía era la sonrisa del mundo, esa sonrisa del ser que a
la vez era estallido de luz y brisa helada con la que palpitar, pequeña brasa al
rojo que era mi gozoso corazón de criatura jugando en el sinsentido feliz del
mundo. Dolor y nostalgia por la altura, por la desmesura, porque lo imposible es
revelado en esa roca negra, paredes infinitas de majestad indiferente y
espectáculo de soberanía, risa primigenia de un mundo que aún es fábula…
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nostalgia de ir con la nada de
lo que acontece, de las apariciones, la luz y la sombra, el viento y el
silencio, de esas mágicas horas de la tarde de oro y bronce en el hielo y su
infinito juego, y no ser nada más que eso, ser nadie, ser nada.</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nostalgia de esa alegría
extática, de flauta del origen que cantaba en el mundo, de cachorro que corretea
en feliz desafío de vida, seducido por el mundo en mis poros, en mi ser...
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo era como las nubes de roca y
como las rocas que eran veloces nubes, yo era una bestia del origen embriagada
de luz y hielo, con el universo en mis huesos. <br /><br /><br /><br />(El Lhotse es la
cuarta montaña más alta del mundo, con 8.516 m. de altura sobre el nivel del
mar. Se halla en Nepal, junto al Everest).</div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-40483874719130470202012-03-06T12:32:00.000-08:002013-01-03T01:03:31.146-08:00VIVIR EN SECRETO/INMANENCIA DE LA UTOPIA<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">La
utopía se ha concebido siempre como eso que está por venir, ese acontecimiento
cuya llegada está diferida en el tiempo y que hay que precipitar mediante la
lucha contra el poder. Es esa finalidad por el momento irrealizada, por el
momento inexistente puesto que carece de un topos en lo real. Ou topos...
</span><em style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">no
lugar</em><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">.
Por extensión el tiempo va de la mano de lo utópico. Ou cronos... </span><em style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">no
tiempo</em><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">:
la utopía es a la vez ucronía: el lugar, el diferir y su realización, el
espacio, el tiempo y lo real... siempre lo real. La utopía cae en las garras del
tiempo porque ocurrirá no se sabe cuándo, pero lo hará si provocamos su
advenimiento. La utopía es también presa del espacio porque debe realizarse.
Muere entonces al querer </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">hacerse
realidad</i><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">
porque el espacio y el tiempo definen lo real... La </span><em style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">realización</em><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">
de la utopía: éste ha sido el leitmotiv de los revolucionarios y su error,
puesto que las utopías modernas poseen los mismos defectos que lo real, esa
ontología en la que Occidente ha basado buena parte de su historia: entre otras
cosas quieren ser universalistas, expansivas, verdaderas, racionales, incluso a
veces científicas. Reales.</span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La
utopía no debe realizarse. No debe definirse a partir de un topos y un cronos.
La utopía acaba con ellos. Para ello debe abandonar la ontología y la
fisicalidad de lo real. Si éste es universalista ella debe ser singular, puesto
que aquél destruye toda multiplicidad; frente a la irreversibilidad expansiva de
lo real debe ser restringida, pues éste es totalitario, se define como tal
mediante la colonización de todo; debe ser desenvuelta frente a cualquier
verdad, pues ésta es un orden de fundamentación y por tanto aspira a crear un
suelo, un lugar, un espacio; debe ser no racional, pues no debe caer en la
trampa del discurso, los medios y los fines; debe ser acientífica, pues la
ciencia está al servicio de la objetivación del mundo; la utopía no debe ser
materialista ni idealista, debe ser no productiva y no representativa.
</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La
utopía es ahora, es siempre ahora, es aquí, está siempre aquí. Como Baudrillard
afirma utópicas fueron las herejías que proclamaron el fin de los tiempos en la
Edad Media, condenadas por una Iglesia que quería mantener su lugar y su tiempo
relegando para ello al final de la historia la llegada del Mesías. Aquéllas
anunciaron el advenimiento del Paraíso aquí y ahora constituyéndose como
comunidades cerradas, iniciáticas, fuera del mundo (real). Por eso fueron
exterminadas. Utopistas también fueron los ludditas, que proclamaban la
destrucción del nuevo orden maquinista -aceptado en cambio por el mesianismo
marxista que proclamaba la parusía en un futuro de condiciones objetivas maduras
y hermanándose de repente con la religión cristiana-. Así lo fueron las
sociedades salvajes: órdenes implosivos, centrípetos, ensimismados en su
irrealidad, su inmaterialidad, en la evanescencia de su ciclo simbólico, sus
rituales de inclusión de un mundo polimorfo y que vive en el
Destino...</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><em>Vivir
en secreto</em>: las revoluciones no existen. Sólo son una ilusión totalitaria,
un mecanismo más de perpetuación de ese algo mucho más fundamental que lo que
cualquier teoría política, filosófica o científica cree definir como verdad: la
trampa de la ontología y la fisicalidad de lo real, el mundo de paredes de
cristal, la cronotopía que cubre todo el espectro de la vida regulando el campo
de lo concreto a lo abstracto, de lo micro a lo macro, de la vida a la muerte,
del sistema y su alternativa revolucionaria, subversiva o como se le quiera
llamar… </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La
utopía es la regla iniciática y esotérica, la vida secreta gracias a la que
podemos acceder a la espuma de la vida... Debe ser una comunidad de
conspiradores que co-inspiran, que respiran en un universo inclusivo y
centrípeto que genera otra dimensión distinta a la de lo real, heterogénea, más
allá de los señuelos que éste le ofrece a fin de absorberla y como en los mitos
antiguos convertirla en piedra, en estatua de sal, objetivarla a imagen de su
materialidad e idealidad y asimilarla cuando aquélla se plantea erróneamente
hacerle frente… La utopía sólo debe responder al sistema con su silencio, con su
indiferencia, con el murmullo de su risa, su gozo y su juego rabioso y feliz…
</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">No
queremos una vida, queremos un Destino… Algo que es mucho más que la banalidad
de la linealidad de la vida, de su origen y su fin <em>reales</em>. Para ello la
palabra, el gozo, el mundo deben circular como los dones en el intercambio
simbólico, como en el <em>kula</em> melanesio que imantaba todas las
islas en el ciclo de dones y contradones que actualizaba ese limbo sagrado de
irrealidad totalmente ajeno a nuestras leyes del mundo y de lo social; debe
reencarnarse en la conspiración de lo que permanece y sin embargo es efímero, de
lo que es real siendo evanescente, de lo que tiene el mayor valor sin tener
precio, de las reglas de la complicidad, la paridad y la obligación. Debe
integrar al universo sin límites en el círculo limitado de los implicados, debe
ser un crimen contra la realidad por ausencia, por desaparición, por acción del
vacuum de toda su ontología, de su disolución, debe contener huracanes
adormecidos en la brisa que mecen unas alas de mariposa y desencadenarlos a
partir de un susurro… </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vivir
en secreto: la utopía puede estar plenamente actualizada, hecha presencia en lo
real. No choca con él porque es otra cosa, es una Alteridad Radical, pero para
revelarse exige <em>duplicidad con aquél</em>: lo real es sólo una costra,
escoria, el residuo de la Ilusión... Podemos ser reales por fuera pero por
dentro estamos hechos de Destino, de formas risueñas y crueles, puras e
indiferentes, leves y estilizadas como los cirros que peinan el cielo…
<em>Todos</em> <em>somos conspiradores</em>. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vivir
en secreto: la utopía jamás puede ser política. El poder es una ruptura de la
sociedad, una instancia que se erige sobre la muerte de la
comunidad, secuestrando la soberanía que ésta detenta sobre la muerte para
condenarnos a una vida perpetua bajo pena capital: vivir se convierte en un
castigo. En consecuencia la verdadera pena de muerte es morir de pena por no
poder ejercer nuestra soberanía, la que se detenta sólo cuando estamos expuestos
a la vida pero también a su pérdida… </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
poder, sustrayendo la muerte, la desaparición, la evanescencia, condena el mundo
de las apariencias e inicia su empresa de construcción, de producción de un
mundo que no conoce el juego de las apariciones y desapariciones, de la levedad:
una <em>realidad</em> de plenitud opaca, de acumulación, de expansión desbordada
e irreversible, de opacidades cerradas a las que llamamos identidades…
</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
poder es sólo el Dueño del residuo, de lo que convertido en escoria ha arrancado
a la Ilusión. Por eso sólo produce realidad, que es la materia muerta y
amontonada de la utopía, de la elisión: Elisión = Ilusión. Por tanto ir
en contra del poder es caer en la ilusión de lo real, cuando la utopía debe
mostrar lo real como ilusión… </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ese
es el sentido estricto de la palabra utopía: ella es nada y no se mezcla con la
realidad. Hay que ser consecuentes con ese significado: seamos nada, juguemos
con lo que en nosotros siente la atracción de la nada, del perderse para
así vivirlo todo... Sólo de esa forma puede abolirse lo real: mediante la
inmediatez y la permeabilidad, mediante la actualización del presente en la
evanescencia del habla, del gesto, del cuerpo, de las miradas, del goce, del
juego, de lo fasto y nefasto reunidos de nuevo mediante la pérdida y la
disolución de la identidad separada y separadora: sólo entonces la
dimensionalidad irreductible de lo real, su materialidad e idealidad objetivas
pueden ser disueltas como en el arte arden los signos, como en el acto amoroso
los amantes se pierden, como las palabras se disuelven en el aire cuando son
dichas… </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><em>“La
utopía no quiere más que la palabra, para perderse en ella”</em>…
</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Jean
Baudrillard</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-65222465789501241842012-03-06T12:31:00.002-08:002013-02-16T04:16:28.824-08:00DESDE LA ULTIMA PLAYA<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;">El lenguaje, lo económico, lo
político, lo social, cualquier estructura que se fija, se materializa -cobra
realidad- construye como un mecano el futuro, crea un tiempo, un espacio colonizador,
produce lo real.</span><br />
<br />
<br />
<span style="font-size: x-large;">Nuestros antepasados se dieron el
habla para revelar y profundizar en la ambivalencia de vida y muerte, de
evanescencia y renacimiento del presente para seducir a los otros, a las bestias
y plantas, al mundo y los astros... <em>Habla plena</em>: El habla y la mente indistinguibles como
dominios separados<span lang="ES-TRAD"> eran inclusivos, no distintivos,
impregnados de mundo y formando una red infinita de complicidades conflictuales
y seductoras: estas características aún perviven degradadas en lo
poético.</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;">Hoy creemos que el habla nació
fundamentalmente para comunicar información relacionada con la supervivencia
porque en algún momento nos hemos desviado de ella, aplicándonos en la ingente e infinita
tarea de creer que podemos reducirla a “lenguaje” y darle un uso para llenarlo,
inundarlo de contenidos, de metáforas y efectos mediante su aliada
consustancial, la escritura, que en esencia está hecha, fluye y se despliega a
imagen y semejanza del capital y del poder: vivimos en la logoestructura y
sentimos nostalgia de la evanescencia del habla, del gesto, de la inmediatez de
un mundo que responde, que es corresponsable.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;">Si todo futuro es producido todo
presente es ritualizado, actualizado, revelado, pero hemos expulsado la
inmanencia del ahora a cambio de una vida que emplaza su razón de ser y su
supervivencia en el porvenir... Infinitamente tediosa y desangelada misión la de
construir una cronosfera, una toposfera, una cronotopía: de ahí la creación de
un pasado interpretado en función de la abstracción de un futuro que secuestra
el presente bajo su férrea tiranía, el diferimiento
y <i>differànce</i> productos de la extensión de una estructura, de una red o
rizoma de aplazamientos... Un vehículo tiene el futuro en sus átomos, está hecho
para desenvolverse recorriendo el tiempo. Un teclado es una máquina de creación
de duración, está consagrado a la infinitud y linealidad del tiempo a través de
la materialidad de la escritura... Nuestra vida se da siempre en el plazo -corto
o largo-, en la angustiosa y fatal espera del vencimiento de la muerte. Y de la
misma forma que todo existe a plazos y por tanto en
el <i>aplazamiento</i> también todo tiene un <i>emplazamiento</i>, un espacio:
todo está producido, todo <i>tiene lugar</i> en tanto que ocupa un mundo físico que crea lo infinito y lo infinitesimal.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;">Nuestros predecesores se dieron el
don y el contradon, el sacrificio -el intercambio simbólico- para poder vivir,
hablar, reproducirse, alimentarse –pero comer no es lo primero, tampoco lo es el
sexo: el lenguaje por ejemplo también es fundamental, nada es
“infraestructura” alguna- en un mundo que es corresponsable, en el que las
acciones son <i>voluntades</i> humanas e inhumanas ligadas por un pacto entre alteridades
(el concepto de voluntad no tiene nada que ver aquí con el animismo como
definición superficial de proyección pseudoinfantil de lo humano en el mundo).
Hemos degradado y reducido el intercambio simbólico a lo económico para vernos
de golpe en la interminable y frustrante tarea de llenarlo de objetos, de cosas,
de materia, de valor, de vidas que se consumen en la gran máquina del trabajo y
el consumo…<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;">Nuestros ancestros se dieron la
guerra, la tradición y el poder de vida y muerte del grupo para poder conjurar
la instanciación de una estructura de dominación desgajada de la comunidad.
Hemos destruido todo eso en provecho de la implantación de una estructura de
servidumbre, de poder y biopoder solidarias de todas las otras rupturas del
intercambio simbólico y tenemos que llenarla angustiosamente de masas, de
superpoblación, de sumisión, de trabajo, de ocio y melancolía…<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;">Nuestros antepasados se dieron una
vida para <i>perderla</i>, inseparable con la muerte en un mundo que nace y se
pierde a cada instante... Para que lo real pueda tener sentido es preciso
establecer una ontología de la identidad, que cada cosa sea ella y nada más, que
todo esté separado, instanciado como positividad: a diferencia de otros mundos
no realistas en el nuestro la no identidad y la ambivalencia equivalen a la no
existencia o a la exclusión. Hemos conquistado una vida <em>real</em><i> </i>y
por tanto irreversible, acumuladora de objetos, de tiempo, de valor, de poder,
de espacio, de lenguaje que no pueden ser <i>perdidos</i>, una vida que
desemboca en una muerte desprovista de sentido alguno porque las cauciones que
defienden lo real impiden el pleno y gozoso juego de vivir una vida que se llena
y simultáneamente se vacía sin cesar y no conoce la prisión de lo idéntico, de
lo mismo: hemos construido un mundo que impide el juego con un universo regido
por el Destino y que nunca es producido, sino <i>revelado</i> en plena
ambivalencia y exención de lo real… Y sentimos nostalgia del juego, porque éste
es siempre más grande, serio y cruel que la vida: incluso contrariamente a lo
que parece a primera vista <span lang="ES-TRAD">el que juega no lo hace para
ganar, sino para perder… porque <i>ganar es perderse</i>: ciertamente el ganador
conquista en el orden real, acumula. Pero el vencedor lo es porque tal vez es
quien más siente la necesidad de <i>ponerse en juego, de jugar con total
desenvoltura y al mismo tiempo como si le fuera la vida en ello</i>… Esa es la
clave: el que gana pierde porque es el que ha llegado más lejos, ha llevado el
juego hasta su cumplimiento final, por lo tanto es quien puede perderse… ha
conquistado la nada, lo inútil, la pérdida; <i>ha perdido y se ha perdido</i>…
Los que viven en el vértigo del juego sea o no de competición viven la pasión
arrebatadora de sentir la plena ambivalencia del todo o nada, de la vida y la
muerte inmanentes; aquellos que conquistan un trofeo o alcanzan una cumbre, los
que verdaderamente sienten el gozo y la soberanía de haber jugado el gran juego
hasta el final son los que se disuelven, los que se vuelven evanescentes en el
llanto, los que pierden su identidad cerrada arrasada en
lágrimas…</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;">Nuestra especie se dio<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Ilusi?n" w:st="on">la Ilusión</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>en un mundo evanescente, inmaterial,
inhumano y efímero con el que había que convivir. Nosotros hemos creado lo real
y la insustancialidad fundamental del mundo no puede hacer nada contra aquél:
tal es la irreductibilidad de lo real, su dimensionalidad, su opacidad y
resistencia… ¿Habéis caminado junto a una playa en algún rato
muerto, <i>perdido</i> y por tanto <i>reencontrado</i> en esa tranquilidad
metafísica que os mece en el sonido de las olas y su inesencialidad luminosa? Ellas se desvanecen, <i>se pierden</i> en la arena frente a los edificios que
erguidos en primera línea miran al mar indiferentes,
impenetrables…<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-large;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-57933885177372434402012-03-06T12:29:00.001-08:002013-01-03T01:15:39.547-08:00...Y LA CIENCIA REENCANTÓ AL MUNDO<div style="line-height: 1.5em; margin: 0px;">
La ciencia no destierra jamás la
Ilusión. Esta idea es ilusa. Lo que debemos ya afirmar urgentemente es que es la
Ilusión la que ha creado la ciencia como su instrumento para mostrar la
irrealidad fundamental del mundo. Gracias a la ciencia la Ilusión consigue
desembarazarse de todo residuo, escoria, cascarilla de lo real y todo su peso
muerto y le concede certificado de existencia a través del saber subsidiario que
le es consagrado.</div>
<br />
<div style="line-height: 1.5em; margin: 0px;">
Pero no hace mucho que empezamos a
entrever que ése no era el objetivo principal: han sido necesarios doscientos
años (hasta el siglo pasado) para comprender que lo que la Ilusión pretendía en
última instancia era <em>demostrarnos científicamente la inexistencia de lo
real</em>, su inobjetividad. Largo proceso por el que los hombres han estado
buscando todas las certezas posibles, los referenciales, los signos, todo lo que
pudiera permitir pensar que lo real no era más que una niebla transitoria cuyos
jirones se desvanecen inexorablemente ya desde hace algún tiempo. A fuerza de
tesón e insistencia los científicos han logrado por fin abrir grietas imposibles
de restaurar en el edificio de lo real (Lyotard: "La ciencia postmoderna como la
investigación de inestabilidades") de forma que ya puede ponerse en duda su
estatuto ontológico hablando<em> desde</em> la propia ciencia: la cegadora luz
de la Ilusión inunda y traspasa sin que nadie pueda impedirlo las paredes y el
interior de la pequeña habitación cerrada que preservaba de todo percance a la
realidad, irradia y resplandece en todas direcciones: de este modo la expresión
"el siglo de las Luces" adquiere su sentido más profundo, su sentido “real”; sí,
son las Luces quienes al final extienden sistemáticamente la Ilusión y revelan
el Reencantamiento del Mundo y no -como pensábamos- su descubrimiento e
iluminación al objeto de cartografiarlo y transcribir matemáticamente su esencia
desencantada...</div>
<br />
<div style="line-height: 1.5em; margin: 0px;">
Por ejemplo ¿cuál es el sentido
literal, si no, de la falsación popperiana? Hacer fracasar sin cesar, sin piedad
toda teoría, toda hipótesis, todo experimento sobre lo real. La adecuación de
éste a una hipótesis nunca se admite definitivamente bajo ningún concepto, la
estabilidad que instaura es puramente temporal: aparentemente el objetivo es derribar a la
teoría en nombre de la perfectibilidad de nuestro conocimiento de la realidad a
través de la ciencia. Pero de hecho la práctica avanza siempre al acecho de la anomalía, el acontecimiento, el
surgimiento de lo que se nos escapa, el resquebrajamiento de la certeza...
Falsedad, falsación, Ilusión: pasos siempre tentativos pero firmes en la
búsqueda de la verdad de la Verdad; ésta por fin se revela y nos muestra que es paródica, siempre irónica y le encanta el escapismo. </div>
<br />
<div style="line-height: 1.5em; margin: 0px;">
Todo lo real había sido objetivo,
tangible, racional. Ahora ya sabemos que eso sólo fue una ilusión.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-88840951024817237592012-03-06T02:13:00.002-08:002012-03-06T02:13:10.552-08:00Sobre una nota perdida en un libro de Jung<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px; text-align: left;">Nota anónima encontrada entre las hojas de un ejemplar de “Sobre el simbolismo del mandala”, de Carl Gustav Jung, 1938:</span><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px; text-align: left;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></span></div>
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px; text-align: left;"><div style="text-align: justify;">
“Laberintos</div>
</span><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px; text-align: left;"><div style="text-align: justify;">
Entrañas de sangre, cañones, selvas y ríos, piedra y adobe pintados de ocres y ojos protectores como los de las naves griegas que arrancan espuma en busca de vellocinos de oro. Enigmático caramillo que el pastor hace sonar entre los pinos, mientras el laurel se cons<span class="text_exposed_show" style="display: inline;">ume junto a la piedra sacrificial donde un hombre abierto y sangrante es observado, en el que se revelan los signos de un porvenir que ya germina en el presente viviente. Metamorfosis del devenir en carne del mundo en la que cada circunvolución abre una nueva espiral de enigma. Jung dijo que el laberinto simboliza la búsqueda del propio centro, del sí mismo. Nada más equivocado. El laberinto no tiene geografía, pues ésta es la mera escritura del terreno. El laberinto jamás es una escritura, algo reductible a dos dimensiones: No tiene centro en torno al cual los corredores y pasadizos neblinosos gravitan; es un entorno sensible y justamente está hecho para perderse… “Jamás debe confundirse el triunfo con la salida: esa es la visión del que no comprende más allá de lo que tiene delante de sus narices. Pues la verdadera respuesta es que un laberinto comprende a otro y que cada salida es la puerta a un laberinto más inquietante y maravilloso…” Ésas fueron las palabras que aquel hombre cuyo halcón encapuchado descansaba junto a él, de blanca perilla, abrigo rayado, botas de montar, majestuoso turbante y ojos rasgados me dirigió en aquella chaikana del mercado de Mazar-i-Sharif, en Balj, Bactria, antes de perderse él mismo en el dédalo de callejuelas en busca de otras puertas al infinito…"</span></div>
</span></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-697141482915831512012-03-05T03:58:00.000-08:002012-03-05T10:39:34.033-08:00Acerca de la posible existencia de los Enigmapas y de su compendio llamado Enigmatlas...<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="font-size: large;"></span><br />
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}"></span><br />
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}"></span><br />
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}"><div class="text_exposed_root text_exposed" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><em>“Yo no quería un mapa del mundo pretendidamente conocido. Yo quería un mapa de los enigmas. Un enigmapa, una cartografía de la sensibilidad que fuera un umbral poético de dispersión”.</em> Así me habló aquel monje que vivía en una cueva cerca del desierto. Me pidió un pergamino, tinta y una pluma, también algo de vino, ese loco vivía tan alejado de todo y era tan pobre… Que me pidiera un pergamino me <span class="text_exposed_hide">...</span></span><span class="text_exposed_show" style="font-size: large;">conmovió… Y a la vez me inquietó, pues al día siguiente pensé si no sería uno de esos espíritus que transitan por los laberintos del tiempo.<br /> </span></div>
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</span><div class="text_exposed_root text_exposed" style="text-align: justify;">
<span class="text_exposed_show"><span style="font-size: large;"><em>“Una noche salí al exterior, a riesgo de que un djinn de los que aúllan en el desierto se llevara mi alma y mi carne para siempre. Entonces pensé: si Dios hizo el mundo a su imagen y semejanza ¿qué mejor mapa de lo desconocido que fuera espejo de su Divinidad, pues Él siempre es un Enigma para nosotros, que los senderos y continentes que trazan las estrellas en esas noches heladas en las que la escarcha cubre las olas de arena? Y si la mar océana refleja el color del cielo, de lo verdaderamente elevado, nuestro mundo no será fiel reflejo de los continentes y vacíos inmensos como mares que forman los cuerpos celestes en su despliegue? ¿No dicen ciertos herejes que los astros determinan nuestro destino y que somos la imagen de su posición en el</em> </span><span style="font-size: large;"><em>momento de nuestro nacimiento? <br /> Fue entonces cuando descubrí que las tierras han sido dibujadas por las estrellas, que los ríos son los caminos de los astros en la noche, que las sendas sin principio ni fin son unas veces transitadas por las constelaciones y otras por la oscuridad más terrible… Enfebrecido como un derviche de los descritos por Arminius Vambery en sus viajes empecé a trazar los contornos de una geografía fantasmagórica escrita en los cielos… Tierras y</em> <em>mares de los que te hablaré más tarde”.</em><br /> </span></span></div>
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</span><div class="text_exposed_root text_exposed" style="text-align: justify;">
<span class="text_exposed_show" style="font-size: large;">Y así concluyó: <em>“borracho de luz y de sombras me retiré a mi guarida como un animal nocturno se arrebuja bajo una roca, piel con piedra, preparando mi Enigmatlas para recorrer todos los mundos…”</em><br /> </span></div>
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</span><div class="text_exposed_root text_exposed" style="text-align: justify;">
<span class="text_exposed_show" style="font-size: large;">Este es un fragmento del relato que durante toda una noche un eremita que vagaba como un chacal a los pies del Sinaí le contó a Susana Gómez antes de su ascensión a la cumbre para contemplar el amanecer. Ella ha tenido la delicadeza de enviármelo para que lo haga público.</span></div>
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</span></span><span style="font-size: large;"></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3231125748071885109.post-43057804616805205252012-03-05T02:03:00.000-08:002012-03-05T02:16:30.079-08:00El Urmord o el Origen de la Tragedia.<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: "Tahoma","sans-serif"; line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Si el Big
Bang es la gran explosión que contenía el universo, todo él es por tanto su
inmensa Zona Cero. El Universo es el Gran Crimen... Y todos los signos del
Atentado más grande jamás cometido son, como el mapa de Borges, su territorio
mismo… Las estrellas por tanto son Asesinas… Los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>agujeros negros, los planetas, las nebulosas,
la antimateria son todos Asesinos. Y todos somos criminales y cómplices del
Crimen más Grande jamás cometido. La música de las esferas no fue más que un requiem y los trasmundos del cosmos del Renacimiento, hechos de ruedas dentadas
jugando a ser mecanismos de relojería, de orden y concierto, son instrumentos
de tortura, potros del tormento de la materia, la vida y el vacío. Si como en
la escena original de Freud en Tótem y Tabú o en la obra de René Girard matamos
al Padre para iniciar el despliegue de las formas diferidas de la cultura, el
universo parece seguir el mismo camino en tanto que contiene el asesinato en su
origen: y la Física, que quiere ser el profeta de la Palabra de Dios, es
también parricida al pretender ser la Sagrada Escritura del cosmos en su viaje interestelar de evangelización y
descubrimiento de un Imperio del Orden en el caos aparente.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: "Tahoma","sans-serif"; line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Mas contra
esta hipótesis juega otra más ¿benévola? Si la Explosión Original es el atentado
entonces el universo no es más que una víctima inocente. Es entonces como se
confirmaría el modelo de una víctima expiatoria cuyo crimen original funda el
mundo…<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo cual no está lejos de de todos
los mitos del origen del cosmos, de Nahuatzin, el dios buboso que se arrojó al
fuego en el principio dando origen al Sol y que arrastró a la inmolación del
resto de divinidades para crear el Universo… El movimiento de la Sociedad Humana es pues homólogo al del Todo, participa del crimen a través de otros asesinatos -nuestra especie es asesina múltiple (¿pero acaso algo no lo es?)-: tal vez habrá que
reescribir un Nuevo Contrato Social, un Contrato Universal que incluya lo
Incomprensibe: un Cosmos muerto y divinizado ayer por la religión, hoy por la ciencia...</span></span></div>
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<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: "Tahoma","sans-serif"; line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">¿Quién es el
Asesino, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">trickster</i> de los mitos,
el Gran Timador? <o:p></o:p></span></span></div>
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<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: "Tahoma","sans-serif"; line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Respecto a la
primera hipótesis, si Dios existe, si Él es el Gran Detonador, debemos dirigir la
maquinaria acusatoria contra su Persona. Lo cual no nos aportará nada; estamos
muertos, hemos sido asesinados desde el principio: más vale entonces vivir la
paz de la muerte y poner fin a los ultramundos, puesto que ya sabemos que el
cielo y el infierno están aquí y ahora con nosotros (pero si el Big Bang es un Crimen Perfecto –y tal
vez para que un crimen sea la perfección misma debe carecer de objeto, de móvil
e incluso de ausencia de asesino, ya sea por su inexistencia o por la
ignorancia de sí como tal- entonces Dios es una vez más, como nos dicen los
mitos, el Primer Chivo Expiatorio, la Primera Víctima que funda y da su sinsentido a
Todo). En cuanto a la segunda hipótesis es posible implicar de nuevo a Dios,
puesto que es Todopoderoso en su Gloriosa e Infinita Perfidia: el Universo
es un inmenso exvoto de expiación creado por motivos que se nos escaparán
eternamente, puesto que ser la Víctima Propiciatoria es estar en la utopía en sentido
literal, en el perpetuum inmobile del Enigma, del que la Historia Natural y
Social no han sido más que descabellados e insensatos intentos de dar vanas
respuestas... Y un día se borrarán como la arena arrastrada por los vientos de cualquier planeta moribundo.</span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: "Tahoma","sans-serif"; line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><o:p><em>"En los Laberintos Infinitos me pierdo gozoso, llevado de la Mano de Dios. Juntos </em>hacemos<em> camino, Él me ilumina mientras yo canto sus Infinitas Glorias. En el fresco jardín en el que descansaremos, en el oscuro pasadizo, en la cumbre, sé que mi brazo no temblará cuando nuestros puñales se hundan al unísono en nuestros corazones henchidos de Himnos y un Nuevo Universo grite al nacer".</em></o:p></span></span></div>
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<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">
</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: "Tahoma","sans-serif"; font-size: 6.5pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: small;"></span></span></span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05998389754093531174noreply@blogger.com0