http://www.semana.com/estados-unidos/busca-isla-basura/126820-3.aspx
Si
no hace mucho se habló de la basura espacial cayendo en forma de pedazos de
satélite hay que recordar ahora la existencia de esta isla de residuos (así como
la que se halla en el Atlántico Norte) para continuar en forma de
pensamientos-basura la silenciosa deriva de las mismas en los mares: creo
sinceramente que es una tarea que no vale la pena, razón por la cual me parece
una empresa atractiva.
A través de los excrementos, el humus, los fenómenos físicos y todo tipo de restos orgánicos e inorgánicos el universo sigue su imparable expansión y proliferación polimorfa a escala cósmica y microfísica, tal como Bataille anunció en su Ley dela Economía
General. A este movimiento descrito en La parte maldita hay que
añadir el invento por nuestra especie de la basura no biodegradable: tal vez la
primera conquista –de momento- en el camino lleno de peripecias que
ineluctablemente llevará a la hibridación entre el mundo salido del Big Bang y
el de las cosas. Prueba del excepcional estado de salud de este tipo de formas
"residuales" es que se hallan aún en un proceso expansivo, de explosión frente a
la implosión de lo real en lo virtual: El único peligro para estos
“macroobjetos” insulares es el reciclaje, que las incluiría en la gestión bien
temperada de un mundo rizomático y digital. Estas extensiones que navegan a la
deriva como geografías ignotas ilocalizables por satélites o radares recuerdan a
esos buques fantasma de las leyendas de los marinos, sólo que transformados en
una masa blanda y espectral más propia de nuestros tiempos: geometría y
geografía variables sin fricción con base alguna –aunque las placas tectónicas
terrestres se mueven a la deriva estos simulacros continentales flotan mucho más
ligeros y cambiantes, falsando la geología y superándola en estas nuevas formas
de lo georesidual que tal vez un día, unidas, constituyan la Nueva Pangea. Estas Terras
Incognitas muestran cómo es posible recolonizar el planeta en una fase en la que
lo orgánico y lo inorgánico aparecidos “naturalmente” deberán convivir con los
simulacros creados por los humanos. ¿Por qué no? Como dijo Werner Herzog la
evolución es tan sólo una cadena de desapariciones, y sus límites son
inescrutables si sabemos pensar más allá de las débiles murallas de los
paradigmas basados en el azar y la necesidad.
-El residuo dela
Ilusión , actualizado en los incontables ciclos del intercambio
simbólico del mundo y los hombres dio a luz el nuevo universo de lo real y lo
social;
A través de los excrementos, el humus, los fenómenos físicos y todo tipo de restos orgánicos e inorgánicos el universo sigue su imparable expansión y proliferación polimorfa a escala cósmica y microfísica, tal como Bataille anunció en su Ley de
-El residuo de
-Con
el tiempo la trayectoria de lo real llega a un punto límite, en su propio
movimiento se convierte en su propio residuo y se bifurca: por un lado
proliferan e implosionan todas las formas excremenciales (1) moleculares y
capilares del poder, el saber, lo económico o lo social; por otro aparece algo
¿nuevo?: el residuo del residuo, el resto del resto que prosigue su expansión
indefinida y tal vez infinita entre nosotros, en el globo y probablemente en el
universo: sólo puede hacer otra cosa que acumularse (de la misma forma que
hablamos de videosfera, de logosfera, mediasfera, etc. como si fueran
continentes o mundos, podemos usar neologismos similares para hablar de estos
nuevos territorios -¿residuosfera?- que son la realización en la Tierra del océano pensante
de Solaris, que materializaba lo impensado, lo impensable, los residuos de las
mentes; aquí se trata de nuestra mente social y sus residuos). ¿”Sopa
primigenia” de nuevas quimeras? ¿Plasma de nuevas formas de “vida”, neoplancton
surgido de las entrañas viscosas y ubuescas de lo real? (recordemos que las
fronteras entre lo vivo y lo no vivo están cada vez menos
claras).
Lo
georesidual y lo geovirtual van pues de la mano, el primero se expande de forma
centrífuga, el otro implosiona centrípetamente, ambos a través de múltiples
focos de irradiación y absorción.
Dejemos,
para acabar, que nuestra falta de liquidez vital –de la que la actual crisis es
también muestra- engendre nuevos monstruos plasmáticos inesperados, simulacros
que en estado semilíquido floten en el plasma de las redes y la superficie de
los inmensos océanos…
(1) Ver Las Estrategias fatales, de Jean Baudrillard
(1) Ver Las Estrategias fatales, de Jean Baudrillard
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